El río se sale de su cauce por segunda vez en dos días y anega fincas y huertas
12 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En menos de 48 horas el río Umia ha desbordado dos veces a su paso por la comarca de O Salnés. La primera fue el viernes al mediodía. La segunda, entre la última hora del domingo y la primera del lunes. Aunque los que viven a orillas de este cauce están acostumbrados a las inundaciones, ninguno recuerda que se registraran dos consecutivas. Por eso tienen muy claro que no son las lluvias las únicas culpables de que el río se salga de su cauce. Para muchos el responsable es el embalse de Caldas. «No momento en que abren as comportas aquí empeza a subir a marea», explica Manuela Veloso, una vecina de Oubiña cuya huerta era ayer un río. «Co embalse, Caldas non se inunda coma antes, pero aquí si que nos inundamos», añade José Manuel Vázquez, director técnico del club náutico O Muíño.
Vázquez sostiene que lo tienen más que comprobado. Hasta que no se abre el embalse, el Umia no desborda de la forma en que lo hizo este fin de semana. De hecho, la primera de las inundaciones, la del viernes, coincidió con la apertura de las compuertas. Y la segunda, la de la noche del pasado domingo, también. Mientras el embalse funcionó, en Ribadumia no tuvieron nada que temer. «E isto é un perigo porque abren e non avisan a ninguén», se queja. El agua inunda pistas y fincas «en pouco tempo e un día vai pillar a alguén pola zona», añade.
La misma opinión comparte Manuela Veloso, vecina de Oubiña. Tiene claro que cuando el embalse abre sus puertas «é coma se subira a marea». Están acostumbrados a las inundaciones, «porque en época de choivas pasa dúas ou tres veces», sostiene. Pero antes el agua se iba con mucha más rapidez, «agora tarda moito en baixar», relata
A pocos metros de allí, en Pontearnelas, los vecinos se afanaban en limpiar unas huertas que, de nuevo, estaban llenas de agua. «Agora xa sacamos as reixas porque un ano a auga fixo tanta forza que rompeu co muro», explica uno de los afectados, que tampoco cree que haya llovido tanto como para que el Umia desbordase dos veces en tan poco tiempo. Y es que desde el puente de Pontearnelas hasta el de Cabanelas el río ha duplicado su extensión y ayer resultaba imposible poder transitar por las pistas de la parcelaria. Estas están cortadas al tráfico desde el pasado viernes. También en Vilanoviña, en Meis, el río ha perdido sus márgenes e inundado negocios como la parrillada Umia.