El bar al que la diosa fortuna siempre vuelve

Maruxa Alfonso Laya
m. Alfonso MEIS / LA VOZ

MEIS

Casa Samuel sirve tapas, pero solo en fin de semana. El pulpo es de las que más salida tiene.
Casa Samuel sirve tapas, pero solo en fin de semana. El pulpo es de las que más salida tiene. mónica irago< / span>

Casa Samuel lleva varios años premiando a sus clientes en el sorteo de Lotería de Navidad, de cuyos números es uno de los negocios de Galicia que más vende por máquina

28 dic 2015 . Actualizado a las 14:06 h.

Una oficina de correos, el sitio en el que poder sacar el DNI y la taberna de toda la vida. Todas esas cosas fue Casa Samuel en algún momento de su historia. Porque tras sesenta años anclado en la parroquia de Vilanoviña, en Meis, es este uno de los establecimientos más emblemáticos de la zona. En los últimos años se ha hecho famoso, además, por contar entre sus clientes con la diosa fortuna. Y es que solo así se puede explicar que hayan repartido premios en tres de los cuatro últimos sorteos de Navidad. Venden los décimos por máquina y están entre los primeros en la lista de locales de toda Galicia que comercializan más lotería por este sistema.

A Casa Samuel se va a leer el periódico, a tomar el vino al mediodía y, por supuesto, a sellar las quinielas o comprar lotería. «Los jueves siempre tenemos mucha gente porque es el último día para sellar la primitiva y, aunque se puede hacer toda la semana, la gente se acuerda dos horas antes». Quien habla es Alfonso Blanco, tercera generación de su familia al frente del negocio. Y es que Casa Samuel abrió sus puertas hace más de sesenta años de la mano de Samuel Blanco, su abuelo. «Antes se hacía de todo aquí. Hasta se podía renovar el carné de identidad en una de las mesas», explica. Fue también el despacho de correos, pues tanto su padre como su abuelo fueron carteros, «y el sitio donde se hacían las llamadas de teléfono», añade. Fue su padre el que le tomó el relevo hasta que, hace cuatro años, decidió jubilarse y convenció a su hijo para que se hiciera cargo del negocio. Alfonso estaba estudiando y trabajando en Londres, «pero me convenció para que viniera a ayudarles. Era momentáneo, pero ya me quedé», afirma.

El suyo es «un bar de aldea, de los de toda la vida, pero yo siempre intento hacer cosas nuevas», afirma. El local cuenta ahora con un espacio para los niños y con una zona de vinos, «intentamos que cada vez sea más acogedor». Porque Alfonso tiene claro que el negocio está en sus clientes de toda la vida. «Por esta carretera pasan 20.000 coches a diario, es una zona de paso y de empresas. Aquí tiene sitio desde el que va con funda hasta el que va de traje», sostiene. También, los vecinos de la zona. «Este bar no tiene nada especial, solo que la gente se siente cómoda. Ese es su encanto», explica. Por las mañanas son mayoría los que van a tomar café y a leer la prensa. «A veces están tan en silencio que esto parece una biblioteca», relata. Otras, como los mediodías del fin de semana, la actividad es frenética.

De la cocina no quiere hablar mucho Alfonso, aunque su local acaba de incorporar una pequeña lista de tapas, que solo se sirven en fin de semana. El pulpo á feira es una de sus especialidades. «Yo pongo primero el pimentón, después el aceite y después la sal, que así es como nos dijeron que se hace», relata mientras prepara una ración. Otra de sus especialidades son las hamburguesas. «Tenemos una de 200 gramos, estilo Pepita, aunque nosotros la hicimos antes porque vi la idea en Polonia», sostiene.

Su mejor lotería

Pero hay una especialidad de este establecimiento que no está en la carta. Son los premios de lotería. Su racha comenzó en el año 96, cuando sellaron una primitiva que dejó 794.000 euros en el municipio de Meis. En el 2011 fue una Bonoloto la que premió a su poseedor con 1,2 millones de euros. Y en los últimos años las alegrías han llegado de la mano de la lotería. Llevan solo siete años comercializando estos boletos. Su primer gran premio dejó 400.000 euros entre sus clientes, pues vendieron una treintena de boletos de un segundo premio de la Lotería Nacional. En los últimos años, en cambio, parecen abonados al sorteo de Navidad. En el 2012 y el 2013 vendieron por máquina décimos de un quinto premio. Y este año ha sido una papeleta de un cuarto premio. El local se sitúa entre los primeros de Galicia en lo que a venta de lotería se refiere. «Por Navidad viene gente de toda Galicia que a lo mejor trabajaba cerca y ahora viene solo a coger la lotería», explica Alfonso, quien a pesar de los premios no detecta un notable incremento en las ventas. Pero es que la gente no sabe «que la diosa fortuna es una de nuestras clientes habituales», bromea el propietario de Casa Samuel.