La singular gestión del Sergas de un brote en un vestuario deportivo

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

MEAÑO

MONICA IRAGO

El único caso positivo confirmado en el equipo femenino del Asmubal Meaño sale de cuarentena junto a 7 de sus 20 contactos directos en la plantilla el día después de que hagan todavía la primera PCR a varias compañeras

12 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El miércoles 4 de noviembre el Asmubal Meaño recibía la confirmación por PCR del positivo en covid-19 de una de las jugadoras que habían entrado en la convocatoria del último partido de Liga de su equipo de División de Honor Plata Femenina, el sábado 31 de octubre. Advertido el club de la realización de la prueba por la afectada, el martes día 3 anulaba el primer entrenamiento desde el encuentro en cuestión, mandando a sus balonmanistas, integrantes del cuerpo técnico y oficiales asistentes que habían participado en la cita que guardasen confinamiento domiciliario en espera de noticias. Ante la inacción del Sergas, y tras una docena de insistentes llamadas en busca de orientación, el vestuario del Asmubal recibió el jueves 5 de noviembre la orden de confinamiento de las autoridades sanitarias; el grueso de la plantilla de jugadoras, durante 14 días, y para el resto, 10. Esa fue la primera de las sucesivas muestras de descoordinación ofrecidas desde el Sergas en la gestión del posible brote en un vestuario deportivo con 20 contactos directos, seguidos desde Pontevedra, Lalín, Vigo o Santiago en función del domicilio de cada uno, aparentemente limitado al único caso inicial y que ayer alcanzó cotas «surrealistas».

El entrecomillado se corresponde a la presidenta del Asmubal, Silvia Lobato, incluida en el grupo de 21 confinados en calidad de oficial asistente del equipo en el partido del 31 de octubre. Ella y otras siete de las personas que compartieron su circunstancia desde mediados de la semana pasada recibían ayer el alta del Sergas, pudiendo volver a hacer vida normal, sea lo que eso sea en estos momentos por estos lares. Una excelente noticia que, sin embargo, deja al descubierto un inquietante desigual modus operandi por parte de las autoridades sanitarias gallegas. Así, entre los afectados que ayer salían del confinamiento se hallaba la balonmanista que con su positivo activó el protocolo de contención, cuando solo un día antes el Sergas les realizaba todavía su primera PCR a varias de sus compañeras.

Si a lo apuntado se le añade que solo a 5 de los 21 implicados les han hecho una segunda PCR, que 8 siguen pendientes del resultado de la primera, y que si no hay otro aviso, los 13 deberán seguir confinados hasta el sábado, no es de extrañar que Lobato hable de una situación «totalmente surrealista».