Denuncian que el médico de Meaño llega a atender a 76 pacientes en un día

Rosa Estévez
rosa estévez MEAÑO / LA VOZ

MEAÑO

MARTINA MISER

Cada vez que falta uno de los dos facultativos, la presión asistencial es insoportable

27 dic 2018 . Actualizado a las 13:08 h.

Los profesionales sanitarios están en pie de guerra. Hoy hay manifestación en Vigo, donde hace unas semanas los jefes de servicio y de unidad de Atención Primaria presentaban su dimisión en bloque, hartos, según decían, de gestionar unos medios cada vez más mermados. Sus quejas, por desgracia, se podrían hacer extensivas a casi cualquier punto de Galicia. En el área sanitaria de O Salnés, las denuncias por los recortes en los servicios médicos también son constante, y hace unas semanas los vecinos de Cambados salieron a la calle para protestar contra el cierre de su centro de salud por las tardes. Ahora es en Meaño donde salta la chispa. En el centro de salud de esta localidad prestan servicio dos facultativos. Cuando están los dos, capean la situación como pueden, atendiendo a una media de unos cuarenta enfermos por día. Pero si falta uno de ellos, como ocurre ahora, prestar una atención en condiciones se vuelve misión imposible.

Lo denunciaba ayer César Gil, el profesional que esta semana está solo en este centro asistencial. Llegó en el mes de octubre a este destino, y desde entonces ha podido comprobar que en Meaño se viven jornadas de «auténtica locura». De hecho, se decidió a hacer pública la situación tras encadenar días en los que ha atendido a 69 y 76 pacientes respectivamente. «Teño dous minutos para cada paciente, e iso cando non me citan a dous para a o mesmo minuto», se lamentaba ayer este facultativo. Eso se traduce, inevitablemente, en una peor calidad asistencial. «O risco de cometer erros, obviamente, aumenta», dice este médico.

Cuando llegó a Meaño no tardó mucho en darse cuenta del problema. La primera vez que se vio en una situación como esta, envió un escrito al director de procesos y a la gerencia del área sanitaria «para que saiban como vai o tema». Desde entonces, no ha parado de escribirles para denunciar la precaria situación en la que se ve obligado a trabajar, pero de momento la respuesta ha sido nula. «Eu gardei copias de todas esas comunicacións para que quedase constancia de que están ao tanto do que ocorre», explica este facultativo, que ha decidido dar la voz de alarma ante el deterioro asistencial.