Fallece la mujer atropellada junto a su marido en un paso de peatones de Meaño

m. santaló O GROVE / LA VOZ

MEAÑO

CEDIDA

Un coche les arrolló el pasado domingo, cuando viajaron desde O Grove para ir al festival de corales

13 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Rosa Besada Casal, la mujer atropellada junto a su marido el pasado domingo en un paso de peatones de Meaño, falleció ayer por la mañana en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. El matrimonio acudió desde O Grove a Meaño para participar en el festival de corales que allí se estaba celebrando como integrantes de la Coral Axupen da Terceira Idade de O Grove. Estaban cruzando el paso de cebra que da a la Casa da Cultura, en la calle Santa Lucía, cuando un vehículo arrolló a ambos. Eran cerca de las 18.00 horas; y el conductor indicó a los presentes que tardó en verlos por las fuertes lluvias y viento que azotaron Galicia el domingo. Frenó, pero tarde. Hasta el lugar no tardaron en movilizarse dos ambulancias. Rosa Besada, de 71 años, fue trasladada a Vigo; mientras que a su marido, Manuel Domínguez Soutullo, le llevaron al hospital Domínguez de Pontevedra. Tal y como indican varios allegados de ambos, Domínguez se encuentra ya en una habitación, fuera de peligro.

Fue la pasión por la música lo que llevó a este matrimonio de O Grove al festival de corales de Meaño. Son sus allegados quienes indican también que Rosa Besada cantaba a las mil maravillas. Y lo hacía con frecuencia: Si el domingo acudió a Meaño, el viernes cantó en el festival que se celebró en el festival de la Casa de la Tercera Edad de O Grove y el sábado no faltó al encuentro en el que alzaron la voz a favor de Cáritas.

Una voz con dotes para el canto y con una entereza formidable

Sus allegados destacan la alegría que desprendía y contagiaba

De todas esas virtudes que pueden atribuirse al ser humano, hay algunas que son difíciles de adjetivar: Rosa Besada Casal poseía una de esas. De las difíciles de concretar. Podría resumirse en entereza, pero la palabra se queda escueta. Faltan matices. Quienes la conocían afirman que «era unha muller alegre e enérxica a pesar dos paus que lle deu a vida». Estas palabras son del presidente de Hogar dos Xubilados de O Grove, Vivencio García, que habla de ella con un enorme cariño. Habla también de su fortaleza. Su marido, Manuel Domínguez Soutullo, más conocido en su tierra como Manuel O Xon, fue operado en numerosas ocasiones por un tumor en la cabeza. «Ela sempre estivo aí, ao pé do canón, sen perder o sorriso. Por moito que pasasen os anos non perdeu esa alegría que a caracteriza» afirma García, que ocupa hoy el cargo que, en su día, desempeñó Manuel O Xon. Entereza, sí, pero también esa capacidad de contagiársela a los demás. Su virtud fue la de otros: «era unha persoa que invitaba a loitar», prosiguen sus allegados.

Con el mismo cariño que Vivencio García habla el director de la coral Axupen da Terceira Idade de O Grove, Carlos Otero, que acudió también al festival de Meaño. «Tiña unha gran voz», relata. Rosa Besada era parte de la coral, pero también de las pandereteiras de Axupen. Todos juntos guardan una larga lista de actuaciones en sus espaldas. Hay dos, de las más recientes, de las que hablan con especial apego: cuando estuvieron en la Televisión de Galicia y en Vigo. «Justo frente a Balaídos». Los recuerdos quedan ahí. Intactos.