Las denuncias públicas se han revelado como el camino más corto para que se atiendan sus reclamaciones
14 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La actividad de las AMPA se ha incrementado exponencialmente en los últimos años. Más allá de ejercer como simples organizadores de excursiones o de desfiles de carnaval, las asociaciones de madres y padres se han convertido en las grandes fiscalizadores del correcto funcionamiento de colegios e institutos. Las reivindicaciones se suceden porque las comunidades educativas han decidido saltar de las aulas a las calles. Han descubierto, a base de éxitos recurrentes una vez que sus protestas llegan a los medios de comunicación, que la denuncia pública es el camino más corto para que las reclamaciones sean atendidas.
Los ejemplos han cogido más intensidad en los últimos años. El aula de educación física de Rubiáns, recientemente estrenada por los alumnos, es uno de los casos más extremos por el estado en el que se encontraba el antiguo gimnasio. No fue una pelea fácil pero la comunidad escolar salió vencedora. En A Lomba también se atendieron las reclamaciones en otro caso sangrante, con las deficiencias que presentaba un edificio recién construido. Y no solo por unas mejores infraestructuras han salido a la calle. En O Piñeiriño pelearon, y evitaron, que desapareciera un aula de educación infantil.
En el capítulo de reivindicaciones que todavía no han sido atendidas aparece el conflicto del colegio de Carril. Los dos turnos del comedor no han hecho olvidar a su AMPA que la reclamación primigenia era por el horario del autobús. De hecho, la Valedora do Pobo, Milagros Otero, ha aceptado la queja formulada por una de las madres afectadas y acaba de abrir un expediente, requiriendo a la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria que se explique.
Cerca están también de retomar las movilizaciones en el IES de Meaño. Tras las protestas para conseguir un acceso a Internet con una velocidad aceptable, la Xunta anunció en octubre que se mejoraría la conexión y no ha sido así. «Seguimos prácticamente igual -aseguraban ayer desde el centro- y estamos valorando tomar algún tipo de medida porque queremos saber la fecha exacta en la que se arreglará».
El último frente abierto
El AMPA de Vilaxoán es el último frente abierto para Educación. Allí han surgido denuncias por la presencia de amianto en el tejado y por el mal aislamiento de las ventanas. «A Xefatura Territorial de Educación en Pontevedra está avaliando as deficiencias no CEIP de Vilaxoán. De feito, responsables da Unidade Técnica xa se desprazaron ao centro para determinar in situ os danos causados polo temporal e as posibles solucións. Agora mesmo, por tanto, estase elaborando o informe técnico e, unha vez concluído, o departamento de Educación disporá da información necesaria para avaliar as posibles actuacións que resulten pertinentes», apuntan desde el organismo. Miro Serén, concejal de Educación, afirma que si en el plazo de una semana no hay noticias al respecto será el Concello el que solicite una reunión.