Catoira planta cara a los cuernos

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido CATOIRA / LA VOZ

CATOIRA

MARTINA MISER

El festival infantil de la Romaría Vikinga no admitirá cascos con pitones

11 may 2023 . Actualizado a las 21:07 h.

El debate se abrió hace unos años y está servido. Todos los estudios aseguran que los vikingos no utilizaban cuernos en sus cascos, pero la imagen de un par de buenos pitones coronando los yelmos de los furiosos guerreros del norte es todo un icono. Un icono que parece difícil desterrar, pero al que en Catoira, tierra vikinga aunque arousana, pretenden comenzar a hacerlo. Y lo harán por dónde hay que comenzar a hacer las cosas cuando se les quiere dar un cambio: por los más pequeños, que son los que dentro de unos años saltarán desde los drákares vikingos para invadir las tierras catoirenses el primer domingo de agosto.

El desfile infantil de vestuario vikingo que se celebrará el sábado 5 de agosto pone en los requisitos del vestuario que la rapazada deberá llevar, que tendrán que ajustarse lo mejor posible al que lucían los guerreros del norte según los estudios arqueológicos e históricos que se han realizado sobre ellos. Hasta ahí todo correcto, pero solo aparece una condición ineludible en las condiciones de participación: no está permitido usar cascos con cuernos. Y se ofrece la posibilidad de consultar una página web (followthevkings.com) para aclarar cualquier duda al respecto.

En esa página se puede consultar la ruta cultural vikinga, que pretende poner en valor el legado que los nórdicos dejaron en numerosos lugares de toda Europa con sus incursiones y en la que aparece la Romería Internacional Vikinga de Catoira, claro está. En ella se puede ver que ni Thorfinn «Skullsplitter» (machacacráenos) ni Erik «Bloodaxe» (hacha de sangre), ni siquiera Ivar «El deshuesado», que son algunos de los más famosos, usaban cascos con cuernos para guardar sus cabezas. Tampoco hay constancia, más bien todo lo contario, de que los normandos que saquearon Iria Flavia en año 850, y pusieron al obispo pies en polvorosa, o los que llegaron en los años 859 y 968, que son otras de las incursiones documentadas, los utilizaran. La imagen popular, sin embargo, es otra y seguro que algo de culpa tendrá Vickie el Vikingo, que se frotaba la nariz bajo un casco con cuernos y que triunfó en todo el mundo. 

La batalla de Catoira contra los cuernos no es de ahora, de todas formas. Viene de más lejos. Incluso hace siete años, en el 2016, una de las conferencias de un seminario que se celebró en la localidad arousana y al que acudieron técnicos de nueve países, versaba sobre el asunto. Los expertos Jimmy Moncrieff y Steve Mathieson expusieron su ponencia sobre los cascos vikingos y ya entonces, el alcalde Alberto García, quería dar por zanjada la cuestión: «Os viquingos non usaban cornos como elemento decorativo dos seus cascos», explicaba.

La pelea continúa y de ahí que se intente poco a poco darle un vuelco a la situación porque todavía se pueden ver muchos cuernos entre quienes acuden ataviados y dispuestos a darlo todo al desembarco.

No habrá cuernos en el desfile infantil que se celebrará el 5 de agosto. Y no los habrá porque están prohibidos y porque se reserva para la rapazada de hasta doce años que esté empadronada en Catoira, que son los que saben. Y que tiene un buena aliciente para acudir. Cada uno de los que vaya convenientemente ataviado recibirá un incentivo de veinticinco euros. El plazo para apuntarse acaba el 30 de junio.