La renovada, pero peligrosa, PO-548

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

CATOIRA

ADRIÁN BAÚLDE

El asfaltado está listo desde hace más de un mes, pero la vía sigue sin pintar

22 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

«Eu vou por la carretera vella. A esa collinlle medo». La frase la suelta una veterana vecina de Bamio charlando sobre las obras de asfaltado de la PO-548. Unas obras que en el tramo entre Catoira y Carril llevan más de un mes listas, pero que han dejado la carretera sin pintar. Y no es una carretera sencilla, puesto que tiene muchas curvas; ni tampoco bien iluminada, más bien todo lo contrario; ni siquiera, ligera de tráfico. Un jeroglífico que se complica, además, con la llegada del invierno, sus muchas horas de noche y la sucesión de temporales. El cóctel tiene muchos ingredientes explosivos.

«En canto o tempo o permita»

Como señalan desde la consellería de Infraestruturas e Mobilidade el pintado está premarcado. De hecho, en el tramo entre Bamio y Carril, por ejemplo, sí se han pintado un par de pasos de peatones y los cedas el paso en la rotonda de O Salgueiral. Pero nada más. Desde la Xunta evitan dar fechas concretas sobre cuándo se procederá al pintado: «Vaise levar a cabo en canto o tempo o permita», afirman. Y explican la respuesta en la necesidad de que las lluvias den una tregua para que el trabajo quede bien hecho. «A sinalización horizontal, que é pintura sobre o firme, non se pode executar co asfalto mollado, polo que, cando as condicións o permitan, cando haxa unha ventá de bo tempo, procederase ao pintado», apuntan fuentes de la consellería.

ADRIÁN BAÚLDE

Las actuaciones en la PO-548 comprenden el tramo entre Pontecesures, en el punto kilométrico 0, y el punto 17+250, ya en la glorieta de acceso al puerto de Carril, en Vilagarcía de Arousa.

Las obras consisten en la reparación del firme mediante el fresado y reposición de las zonas deterioradas y en la aplicación de una nueva capa de rodadura en los tramos que no tenían mezcla bituminosa discontinua.

En lo que se refiere a las marcas que delimitan el eje de la calzada, se propone la disposición de una doble línea continua en algunos tramos. En otras partes del trayecto, en las cuales —y por diversas cuestiones— lo que se pretende es conseguir una reducción de la velocidad de los vehículos que por allí transitan, el proyecto plantea una clara reducción del ancho de los carriles destinados al tráfico rodado, estableciendo una zona central que será cebreada.

Además, y dado que dado que la carretera PO-548 presenta numerosas intersecciones con otras vías de menor importancia, el proyecto recoge una serie de medidas para aumentar la seguridad vial en estos puntos. En concreto, en esas intersecciones, y también con la finalidad de facilitar los movimientos de incorporación o abandono de la vía principal, e incluso a fin de posibilitar cambios de sentido, se aplicó una capa de rodadura, según informó la Xunta cuando dio a conocer un proyecto que alcanza los 1,3 millones de euros.