Un entierro vikingo para el rey de los drakkar de Catoira

Serxio González Souto
s. gonzález CATOIRA / LA VOZ

CATOIRA

MARTINA MISER

El entorno de Manolón convida a la gente que acuda a su entierro a que lo haga con vestimenta normanda

24 abr 2022 . Actualizado a las 20:48 h.

No hará falta aguardar al primer domingo de agosto para sentir el vacío que deja la marcha de Manuel Carballeda Taibo, Manolón, el hombre que desde el 2009 lideraba las huestes vikingas en el desembarco de Catoira. Manolón falleció el sábado a los 64 años, de forma inesperada, cuando todo el mundo esperaba que regresase después de tres semanas de hospitalización y pruebas. Su funeral se oficia el lunes, a las cuatro, en la iglesia de San Miguel de Catoira, para que sus restos reciban sepultura a continuación en el cementerio parroquial.

La suya será una despedida especial. Para empezar, porque él mismo manifestó su deseo de marchar ataviado como uno de aquellos hombres del norte que asolaban la ría de Arousa y él tan bien representó durante treinta años largos. Pero también porque su gente no quiere que lo haga solo: «Os que poidades e queirades, como homenaxe, podedes vir de vikingos, ou simplemente de negro, cunha capa ou espada». El llamamiento parte del grupo de teatro que cada verano recrea el choque entre normandos y galaicos, hoy hermanados en una fiesta de sabor internacional: «Todos sabedes que a el lle gustaría, e á súa familia, tamén».

Natural de Valga, Carballeda se estableció en Catoira por amor, hace ya más de tres décadas. Su barba blanca y su talla escandinava hicieron de él todo un símbolo, retratado en miles de fotografías. Cuando la horda invoque de nuevo a Úrsula, tal vez hoy mismo, será sin duda por él.