Estas Tanxugueiras están en Catoira

R.E. CATOIRA / LA VOZ

CATOIRA

Martina Miser

En la localidad vikinga hay cuatro parcelas de monte bautizadas con el nombre que han elegido para su grupo Olaia, Aida y Sabela, que este sábado se disputan en Benidorm el paso a Eurovisión

28 ene 2022 . Actualizado a las 21:47 h.

Tanxugueiras se ha convertido en todo un fenómeno. Da igual lo que ocurra esta noche de sábado. Da igual que sean seleccionadas para representar a España en Eurovisión, o que no lo sean. Pase lo que pase, una poderosa corriente de opinión recorre las redes sociales, los medios, las tertulias, aplaudiendo el talento de tres mujeres gallegas que han demostrado que todo lo que aspira a ser universal debe tener las raíces bien enterradas en la tierra. Antonio Castiñeiras no sabe demasiado de música ni de Eurovisión, pero sabe mucho de raíces y de árboles. Antonio es vecino de Dimo, en Catoira. Él conoce a las Tanxugueiras (grupo) desde que hace unas semanas oyó por primera vez su nombre en la televisión. «Nós temos aquí un monte que se chama Tanxugueiras e esas rapazas nunca viñeron cantar», comenta, con una sonrisa bailándole en los ojos. El lugar está en Coaxe, en la falda del Xiabre.

No hay mucha distancia entre que perdemos de vista las últimas casas del lugar de Coaxe y que llegamos al punto indicado por Antonio. «Pois este é o monte das Tanxugueiras», dice él, señalando con un amplio gesto una zona en la que crecen pinos y eucaliptos. Son ejemplares muy jóvenes y desgarbados: hace cuatro años, en un mes de octubre tremendamente seco y ventoso, un terrible incendio asoló la zona y las llamas llegaron a amenazar algunas viviendas. El monte se volvió negro. Ardieron muchos terrenos comunales y también fincas particulares, entre ellas las bautizadas como Tanxugueiras, «porque hai varias con ese nome». Antonio tiene claro que ese topónimo tiene que estar extendido por otras zonas de Galicia, pues vincula su origen, directamente, con la existencia «de tobos de teixugos» en la zona. Ahora es difícil ver a esos animales. «Na aldea debe de haber, agora plantadas, como moito, dúas fincas de millo. Se non hai millo, non hai teixugos, pero este segue a ser o monte das Tanxugueiras», explica este hombre experimentado, que lleva veinte años peleando, desde la comunidad de montes, para garantizar a los de Dimo el cuidado y el futuro que merecen. Guarda en su memoria todos los nombres del monte y es capaz de ver los lindes invisibles entre parcela y parcela. A sus setenta y tantos años, dice, le gustaría dejar la presidencia de los comuneros de la parroquia, pero no puede porque no hay relevo. «Pero os nomes dos montes penso que non se van perder».

El portal Galicia Nomeada, un proyecto para la recuperación de la microtoponimia gallega, marca en Dimo, Catoira, cuatro puntos bautizados como Tanxugueiras: das Chans, da Eira, Grandes, Pequenas. Ese mismo portal recoge una quinta ubicación con ese zootopónimo: nos lleva esta hasta Viana do Bolo y hace referencia, también, a una zona de monte en la que, previsiblemente, abundaban las madrigueras de los tejones. Pero, en realidad, los lugares bautizados con ese nombre parecen repetirse en el nomenclátor gallego.

Las referencias a las Tanxugueiras existentes en Catoira aparecen, también, en un libro sobre toponimia de la localidad vikinga firmado por Gonzalo Navaza y que muchos vecinos de este ayuntamiento del Baixo Ulla han rescatado de los estantes estas últimas semanas para comprobar el vínculo de la localidad con las tres jóvenes —Olaia, Sabela e Aida— que aspiran a conseguir esta noche un pase para el festival de Eurovisión. No lo tendrán fácil: aparentemente, el suyo no es el perfil que busca el jurado profesional del festival de Benidorm.

Sin embargo, el movimiento de apoyo que han despertado, y en el que se han implicado desde músicos a políticos, pasando por miles de voces anónimas, puede forzar un cambio de guion. ¿Por qué no?