La Guardia Civil detuvo al exhibicionista de Catoira, aún desnudo, en el rellano de su casa

Pablo Penedo, Rosa Estévez CATOIRA / LA VOZ

CATOIRA

MARTINA MISER

El hombre había irrumpido poco antes en el vestuario del club As Torres

01 ene 2021 . Actualizado a las 18:34 h.

El hombre que ayer por la tarde irrumpió en el vestuario femenino del Club de Piragüismo As Torres-Romaría Vikinga fue detenido por la Guardia Civil en el rellano de las escaleras del edificio en el que vive, en Catoira, poco después de ocurridos los hechos. Según indican testigos de lo ocurrido, el varón continuaba entonces desnudo y ofreció resistencia a los agentes que habían acudido al lugar, tras conocer lo ocurrido por los responsables del club. Se trata de un hombre de 47 años de edad que ya tenía antecedentes policiales por hechos similares, y al que se le acusa de exhibicionismo y resistencia a la autoridad.

El presidente del Club As Torres, Iago Castaño, formalizó esta mañana la denuncia por lo ocurrido. «Non foi nada, pero foi un susto moi grande que non queremos que volva pasar, nin a nós nin a ninguén». También tenía previsto presentar denuncia por lo ocurrido la familia de la menor que en la tarde de este miércoles vio cómo el hombre entraba desnudo en el vestuario femenino del club con ella sola dentro. El sujeto, afincado desde hace un tiempo en Catoira y ya había despertado el recelo en la entidad deportiva dos años atrás. Tras este nuevo episodio, el club ha solicitado «cando menos unha orde de afastamento do club, da praia e de todas as nosas instalacións. Non queremos que siga merodeando por aí».

El suceso tuvo lugar a eso de las seis de la tarde. La niña, de poco más de 10 años, había ido a las duchas de la sede del club, sitas a orillas del río Ulla, enviada por su entrenador, el propio Iago Castaño, tras haberse caído un par de veces al agua. «Estaba morrendo de frío», recuerda el también presidente de la entidad. Al poco tiempo Iago Castaño, que continuaba entrenando al resto de los compañeros de la menor en el río, vio en el lugar a «un home espido de cintura para abaixo. Había unha furgoneta e pensei que estaba de acampada. Díxenlle ‘Aquí non podes estar espido, que hai nenos pequenos'». Justo «nese momento chegou a nena asustada e dixo ‘Foi ese'. Vese que nos estivo controlando e debeu ver a nena subir ao club. Ao velo entrar ella asustouse e berrou, e o home foise».

La reacción inmediata del presidente y entrenador fue «botalo dalí e chamar á Garda Civil», a la que se le dieron todos los datos recabados entre los técnicos y los padres de los piragüistas que habían acudido a recoger a sus hijos. Iago Castaño se percató entonces de que el sujeto era el mismo al que dos años atrás había echado de las inmediaciones de las instalaciones del club al ver una reacción extraña entre sus jóvenes piragüistas y al sujeto aparcar detrás de los vestuarios cuando volvían de su entrenamiento en el agua.

La intención de la directiva del As Torres-Romaría Vikinga es la de que «non volva pasar algo así, nin a nós nin a ninguén» con el individuo en cuestión. «E se pode estar 50 anos preso, mellor ca 20. Hoxe foi un susto, pero mañá pode non selo», apunta Iago Castaño.