Las Torres de Oeste nunca estuvieron tan solas el primer domingo de agosto

CATOIRA

A falta de desembarco vikingo, la música tomó el protagonismo

02 ago 2020 . Actualizado a las 19:44 h.

El primer domingo de agosto al mediodía las Torres do Oeste son un hervidero de gente, a la espera de que los  vikingos asomen en los drakkar río abajo. El Ulla acoge cada año un espectáculo que recrea las invasiones que aquellos fieros rubios del norte realizaban en su camino hacia Santiago de Compostela, y aquella historia dio lugar a una Fiesta de Interés Turístico Internacional que este año no pudo ser por culpa del covid-19. Pese a todo, el Concello no quiso que esta fecha pasara sin pena ni gloria y organizó para esta mañana una serie de actos con el fin de mantener viva la llama de la tradición.

Nada que ver con la estampa de cada año, pero quien se asomó al pie de las torres y a las redes sociales se pudo hacer una idea de la que cada año montan en Catoira. No hubo vino ni batallas, pero sí mucha música y humor a cargo de  grupos folklóricos, la banda de música y las actuaciones del monologuista O Chuso y Tonhito de Poi.

A los actos asistió poco público y se celebraron, tanto los de hoy como los organizados para todo el fin de semana, con las oportunas medidas de seguridad para evitar posibles contagios por coronavirus. Según informa el alcalde, Alberto García, no hubo que lamentar ningún tipo de incidencia en relación a este sentido.