El mismo día que Vilanova festejó los 25 años de don Tucho al frente de la parroquia, Catoira y Carril recibieron a don Eduardo, un párroco de 30 años
28 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Veteranía y juventud en las iglesias de Arousa. La primera, representada por don Tucho Sineiro, un cura que llegó a Vilanova hace ahora 25 años y que ayer recibió todo el cariño de sus feligreses en una multitudinaria comida de confraternidad. La segunda, protagonizada por don Eduardo Amado, un joven de 30 años que se estrenó al frente de la parroquia de Catoira y como coadjutor en Carril, para dar el relevo al veterano don José Antonio Ríos, que se retira.
«Eu sempre quixen ter unha parroquia», comenzó diciendo el párroco de Vilanova en su sermón de la misa que quería celebrar su cuarto de siglo al frente de A Pastoriza. Pero durante más de treinta años estuvo designado en el seminario. Por fin se le comunicó que podía elegir destino. Y pidió Vilanova «porque quería loitar contra esa maldita droga». Fue un 30 de octubre cuando su sueño se cumplió y, a pesar de que había otros siete curas que querían su mismo destino, «vin para Vilanova», añadió. El párroco se mostró satisfecho de haber podido cumplir con su labor durante estos 25 años. «Facede discípulos meus mediante o bautizo. Esa é a labor que me mandou Jesucristo e estou satisfeito de tela cumprido», añadió al tiempo que destacó la importancia de la catequesis. «Aquí facemos persoas serias, responsables e cariñosas. Iso é o que intentamos coa catequese». A continuación, se emocionó al dar las gracias por todo el apoyo recibido en estos años y pidió perdón por los errores.
A la misma hora era presentado en Carril don Eduardo Amado, nuevo vicario de esta parroquia y cura en Catoira. A partir de ahora, será este joven el que asuma toda la labor parroquial en estas dos iglesias. En la de Carril actuará de forma provisional, mientras no se nombre a un nuevo párroco que sustituya definitivamente a don José Antonio Ríos.