El PP sigue respaldando al alcalde nacionalista de Catoira, ahora con una dedicación exclusiva

Antonio Garrido Viñas
Antonio Garrido CATOIRA / LA VOZ

CATOIRA

El alcalde de Catoira, Xan Castaño, durante su investidura en junio
El alcalde de Catoira, Xan Castaño, durante su investidura en junio MARTINA MISER

Aprueba un suedo al regidor que antes negó a su número dos

21 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Treinta años como alcalde cumplió en marzo Alberto García (PSOE). Treinta cumplió y ahí se quedó, porque un par de meses más tarde saltaba la sorpresa en Catoira y perdía el socialista la mayoría absoluta. En O Salnés no había ninguna duda de que el BNG no iba a desaprovechar la oportunidad de destronar a quien había llevado con mano de hierro el bastón de mando durante tres décadas. Y así fue. Xan Castaño, mítico militante nacionalista que llegó ser el máximo responsable del Bloque a nivel comarcal, se postuló a la alcaldía y fue elegido regidor... Pero con los votos del Partido Popular.

A partir de ahí se abrió la caja de Pandora. Se abrió en Santiago, en realidad, ante la estupefacción de la inmensa mayoría de los afiliados ?y de muchos de los más notables militantes? que el BNG tiene en la comarca de O Salnés. Mientras la dirección nacional expedientaba a Xan Castaño «por pactar» con el PP para llegar a la alcaldía, en Arousa se sucedían a través de las redes sociales los mensajes de apoyo tanto al expedientado regidor como a sus concejales.

El proceso se abrió en verano y, desde entonces, poco más se supo. Fuentes de la formación nacionalista explicaron ayer que la ejecutiva del BNG está de vacaciones y que retomará la actividad este lunes. Las mismas fuentes indicaban que «probablemente» será entonces cuando regrese ese asunto a la agenda nacionalista.

Entretanto, la vida sigue en Catoira. Con un nuevo alcalde, eso sí, y desde luego con un día a día que refleja que en las tierras vikingas puede haber cualquier cosa, pero lejos está en el menú del día un pacto de gobierno efectivo entre el BNG y el PP como ingrediente cotidiano.

La primera gran discrepancia llegó en el pleno de organización. La intención del alcalde, que es maestro de profesión, era continuar con su actividad y que fuera su número dos quien disfrutase de una liberación durante los cuatro últimos meses del año. No fue posible. El voto en contra del PSOE era visto, porque si algo ha quedado claro en este inicio de mandato es que Alberto García no le va a poner en absoluto las cosas fáciles a su sucesor. La incógnita estaba en los populares, que tampoco apoyaron la moción y escenificaron, por lo tanto, que lejos está Catoira de tener un pacto de gobierno.

Tocaba buscar otra solución. Y llegó en el pleno extraordinario que se celebró el lunes. La opción que presentó en él Xan Castaño fue su dedicación exclusiva, ya con la opción de la liberación de su número dos desterrada, y en esta ocasión sí que consiguió sacarla adelante. Lo hizo como fue elegido, con los votos en contra del PSOE y con el apoyo del Partido Popular, que fue muy claro al explicar su postura: «Fumos nós os que os puxemos a gobernar e agora votamos a favor non por vostede, votamos para que Catoira teña un alcalde», apuntó su portavoz Iván Caamaño. De paso, el representante del partido de la gaviota recordó a quien lo quisiese escuchar que, tras aquella votación en la que apoyó la elección de Castaño como alcalde, «non contaron máis con nós».