Agustín Lorenzo: «Hay que salvar la música tradicional»

Uxía Pérez / M. G. RIBEIRA / LA VOZ

CATOIRA

CARMELA QUEIJEIRO

El profesor de gaita expresa su preocupación por el futuro del folklore gallego

15 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Yo ya sentí la música cuando estaba en el vientre de mi madre». Es así como Agustín Lorenzo justifica la estrecha relación que mantiene con el folklore gallego. Asegura que lo que más le ha influido a lo largo de su vida a la hora de desarrollar su pasión ha sido ser hijo del famoso gaiteiro de Catoira, de su mismo nombre, Agustín Lorenzo Loroño: «Cuando nací, él ya era un músico formado. Su pasión por la gaita era tal, que siempre se encargó de transmitírmela a mí».

Además de aprender de la mano de su padre, tomó clases hasta la saciedad. Se graduó en el conservatorio de Ponteareas, y aprendió a tocar muchos otros instrumentos, como el piano, que le ayudaron a mejorar su técnica.

Ahora, ya en su edad adulta, hace lo posible por dedicarse en exclusiva a la música: «Incluso cuando tuve otros trabajos ajenos a la gaita, empleaba todo mi tiempo libre formándome y aprendiendo para llegar a vivir de esto». Todo este conocimiento fue lo que lo impulsó a compartir su pasión con los demás.

Poco interés

Pero lamenta que haya costumbres y tradiciones que se van diluyendo con el paso del tiempo. En este sentido, el gaiteiro hace hincapié en el desinterés de la gente joven: «Hace años las clases estaban llenas de alumnos que deseaban aprender, pero cada vez hay menos interesados por esta música».

Durante las mañanas del sábado, enseña en el centro social de Abanqueiro a todo aquel que quiera acercarse al folklore gallego. En el lugar no solo hay clases de gaita, la gran especialidad de Agustín Lorenzo, sino que personas de todas las edades pueden dar sus primeros pasos con la pandereta, el bombo, el tambor, y un largo etcétera de instrumentos que se encuentran en las formaciones de ritmos tradicionales. Aprenderán a través de canciones y muiñeiras, pero también, gracias a teoría, ritmos, ejercicios y solfeo.

«Soy consciente de que cada persona aprende de una forma diferente: hay quien, por ejemplo, tiene el oído musical más desarrollado que otros», y es por ello que insiste en adecuarse al proceso que cada quien precise individualmente. El profesor afirma que cuando un alumno no es capaz de conseguir algo, intenta enseñarle por todos los medios hasta que por fin lo consigue.

Agustín lleva ejerciendo como maestro desde 1999, pero su experiencia no se resume solo en la enseñanza. Todos los años actúa en foliadas con sus numerosos grupos, fundó A Dorniña de Abanqueiro y continuó con el legado de su padre en el grupo Brisas do Río Ulla.

Para él y para la música tradicional el legado de Lorenzo Loroño es algo fundamental. Por eso se encargó de mantener viva su memoria, sacando a la luz un libro, en el que se cuenta la historia de su vida. También puso nombre a piezas compuestas por su padre que no tenían título y las juntó todas en un álbum. Su progenitor fue un gaiteiro autodidacta, que desde pequeño, hasta el día de su muerte se dedicó por completo a la música.

Dar visibilidad

Si algo tiene claro hoy en día su hijo es que tocar en las fiestas es la mejor forma para dar visibilidad a la música tradicional, que además de ser su profesión, también es un arte. «Para que el folklore siga teniendo presencia y relevancia en nuestra cultura, los más jóvenes tienen que interesarse por él, ya que son los encargados de transmitirlo a las siguientes generaciones», asegura el gaiteiro boirense.

Lorenzo Moure considera que el cambio en los gustos musicales se debe a la digitalización de la sociedad y recalca: «Para estar realmente conectados con la vida, también debemos estar en contacto con nuestras raíces. Hay que salvar la música tradicional».

Las clases. Todo aquel que quiera tomar parte en sus enseñanzas, podrá preguntar en el centro social de Abanqueiro por el profesor de gaita Agustín Lorenzo

Inspiración. Su gran referencia en el mundo de la música gallega siempre ha sido su padre