Arousa supera con éxito el fin de semana más intenso del año

elisa pérez / r.e. VILAGARCÍA / LA VOZ

CATOIRA

MONICA IRAGO

Tanto la Festa do Albariño como la Romaría Vikinga abarrotaron, hasta límites insospechados, Cambados y Catoira

06 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Cambados y Catoira vivieron, la semana pasada, sus jornadas festivas más intensas. Fueron muchos, vecinos y visitantes de múltiples lugares, los que llevaban tiempo esperando a que comenzaran dos de las citas estivales más importantes de la comarca. A las dos localidades acudieron miles de personas para disfrutar de unas celebraciones, ambas declaradas de interés turístico internacional, que supieron conjugar a la perfección elementos como la gastronomía, el paisaje, el espectáculo y la tradición.

Tanto la Festa do Albariño de Cambados como la Romaría Vikinga de Catoira lograron superar las expectativas de asistencia, en unos días en los que, a pesar de la multitud, los dos eventos se desarrollaron con normalidad. La villa cambadesa recibió más de doscientas mil personas durante los cinco días de la fiesta, número registrado en su edición anterior, y cantidad que se apreció, sobre todo, en los puestos de A Calzada y en los conciertos que se llevaron a cabo en Fefiñáns. También en el salón José Peña, donde tuvo lugar el túnel del vino, se reunieron unas 510 personas, desde el jueves hasta el domingo, para degustar las más de 150 marcas que sesenta bodegas pusieron a disposición del público. A pesar del aumento de afluencia, desde el Concello de Cambados no tienen que lamentar ninguna incidencia grave, por lo que la fiesta transcurrió con tranquilidad.

Al igual que la Festa do Albariño, la Romaría Vikinga concluyó con un «balance moi positivo», según el alcalde de Catoira, Xoán Castaño, quien asegura que el festejo fue un éxito, por el recibimiento «masivo» de la romería y por la cantidad de gente que acudió a la cena vikinga. El Concello catoirense afirma que el desembarco fue «modélico», y que las actividades y los conciertos dirigidos a todos los públicos fueron multitudinarios. Para Castaño, la Alameda de Catoira estaba a rebosar con motivo del concierto que la cantante Sés ofreció el domingo.

La gran afluencia que destaca el gobierno local no es compartida por la oposición, que declara que hubo problemas importantes en la cena, el desembarco y en actos concretos. Desde el PP de Catoira aseguran que en la cena vikinga faltó comida, y el PSOE define la celebración como «un desastre, xa que houbo menos xente que outros anos, e os catoirenses, que non chegaron a ser cen na cena, mostráronse insatisfeitos co resultado». El anterior alcalde de la localidad y portavoz del Partido Socialista, Alberto García, considera que en la celebración vikinga fallaron muchas cosas, como que la participación en el desembarco se redujo a cuatro buques, a diferencia de los siete que estuvieron el año pasado, y que la llegada de las embarcaciones se retrasó. Con respecto a otros actos, el Partido Popular se queja de la politización que tuvo la Romaría. «Na actuación de Sés exhibíronse símbolos nacionalistas e independentistas que non representan aos galegos nin aos catoirenses, e a pregoeira da festa, Isabel Risco, é unha das integrantes do BNG».