Vikinga: cambio radical a los 59 años

Rosa Estévez
rosa estévez CATOIRA / LA VOZ

CATOIRA

MARTINA MISER

A punto de cumplir los sesenta, la Romaría de Catoira afronta una transformación: el nuevo gobierno quiere abrirla a los vecinos y sacarle el exceso de agresividad

19 jul 2019 . Actualizado a las 12:33 h.

El cartel de la Romaría Vikinga 2019 se ha convertido en toda una declaración de intenciones. En él, la rubia cabeza de una vikinga dibujada emerge del agua, con una espada en la boca. Sonríe. Al fondo, un drakkar. Con esta composición de colores suaves, explica la concejala María Paz, «queremos darlle á Romaría unha imaxe máis fresca, menos agresiva». Desde el cartel, explicó la edila, también se pretende «dar visibilidade á muller na festa, porque na Romaría Vikinga sempre houbo moitas mulleres que non se vían».

El cartel, relata el gobierno de Catoira, encaja a la perfección con el nuevo aire que se le quiere imprimir a una fiesta en la que no todo debe valer. En el momento culminante, el del desembarco, parece que cualquier intento por controlar a las hordas invasoras está condenado al naufragio. Pero el nuevo gobierno confía en lograr introducir algún que otro cambio. De hecho, ya está trabajando con el Ateneo Vikingo para que, tanto los invasores que llegan por mar, como los que lo hacen por tierra, escenifiquen una pequeña refriega. «Imos tratar de que haxa unha coordinación entre todos», explicaba ayer el alcalde, Xoán Castaño.

En el desembarco participarán cinco barcos. Los dos del Concello -el Frederikssund está siendo reparado, pero parece que estará listo a tiempo-, dos procedentes de A Illa y uno más de Carril. Y el del Ateneo, claro. En los cinco cuya tripulación corre a cuenta del Concello hay plaza para un centenar de vikingos. A estas alturas, ya se ha superado con creces ese número, y la lista sigue creciendo. Habrá que seleccionar. Se hará por orden de inscripción, aunque dando prioridad a los vecinos de Catoira. Cada soldado vikingo deberá llevar, además, su propio equipo de lucha. «A maioría da xente de aquí xa ten o uniforme na casa».

El teatro, gratuito

Otro de los elementos clave de la Romaría Vikinga es la obra de teatro que, de lunes a viernes, ponen en escena los asistentes a la escuela municipal. Y también en este terreno va a haber novedades. Según explicó el alcalde, Xoán Castaño, este año no habrá que pagar para ver esta representación. Han eliminado la entrada para «promocionar e facilitar que todo o mundo poida gozar deste espectáculo», según argumentaba el regidor. Es otro de los caminos que el gobierno local explora a fin de conseguir su objetivo, que los vecinos gocen de la romería.

Aún quedan otras piezas del programa por entrar en juego. De ellas se irá dando noticia a medida que se concreten nuevos mecenazgos y colaboraciones con la fiesta, vinculados con empresas que «ata o de agora non querían vincularse á Romaría pola imaxe que esta tiña», según explica María Paz. Lo que sí se sabe, ya con certeza, es que habrá colaboración con la Fundación Rosalía de Castro, que instalará en el Cacto un panel explicando la relación de la poetisa con las Torres de Oeste. En este espacio ambientó uno de sus poemas. «Non era moi alegre», reconoce el alcalde Xoán Castaño.

Sés y Treixadura, la apuesta que dobla las noches del Vikinsons

Aunque aún quedan algunas cuestiones del programa por perfilar, el gobierno local de Catoira ya ha dado a conocer algunos de los platos fuertes de la Romaría Vikinga de este año. En su empeño por hacer que la fiesta se expanda por la localidad, el Vikinsons se trasladará a la alameda. Y en vez de ser una única noche de conciertos, serán dos. La primera, la del sábado, la protagonizará Treixadura (22 horas). El domingo, quien se subirá al escenario será Sés, que compartirá protagonismo ese día con Óscar Ibáñez. El gaiteiro iba a actuar, gracias a un programa de la Xunta, en el auditorio de Catoira. «Pero na Vikinga non ten ningún sentido facer un concerto a cuberto, así que tamén o faremos na alameda». Esta sesión musical tras el desembarco arrancará a las ocho de la tarde.

La cena

Por otra parte, el gobierno local ha querido acallar los rumores que siguen circulando sobre la cena vikinga del sábado 3. «Haberá cea», dijo la concejala María Paz. «Estámoslle dando os últimos toques», apuntó la concejala, que conoce que los últimos días «temos a centraliña do concello case colapsada por xente que pregunta». Las entradas para ese gran banquete se podrán adquirir en cuestión de horas en Ataquilla. «Deixaremos un pequeno número para a súa venta directa na biblioteca», explica el Concello.