García teme que el nuevo gobierno dilapide el legado de la Romaría Vikinga

Rosa Estévez
rosa estévez CATOIRA / LA VOZ

CATOIRA

MONICA IRAGO

Acusa a Castaño de escudarse tras los técnicos para justificar su falta de gestión

07 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer domingo de agosto, Catoira sufre el ataque de los vikingos. La fiesta, cargada de tradiciones y reconocida como de interés turístico internacional, es uno de los hitos del verano gallego. Y Alberto García, el ex alcalde de esta localidad, hace votos para que así siga siendo, aunque no lo ve nada claro. «A ver se son capaces de organizala», decía ayer. Se refería a Xoán Castaño y el nuevo equipo de gobierno, que aún no ha sido formalizado. «Seguimos sen pleno de organización, sen concellerías delegadas...», dice García, quien asegura que el problema es que el grupo del alcalde -antes del BNG, ahora tienen la militancia suspendida- no consigue llegar a un acuerdo con el PP, con el que, dice, estaría negociando.

Sin organigrama municipal cerrado, en Catoira «moitas cousas non funcionan». Y el ex alcalde teme que esa falta de movimiento acabe dejándose notar en la Romaría Vikinga. Las noticias que tiene, por el momento, son desalentadoras. «Parece que todo o que teñen pensado facer é quitarlle a ración de polbo aos vikingos que veñen nos barcos, e deixar sen pase á cea vikinga a toda a xente que, durante toda a semana, fai o teatro».

De otras ideas del gobierno local no tiene constancia García, que asegura que su ejecutivo no había dejado cerrado gran parte del programa porque «nunca o fixemos cando houbo eleccións». «Só pechamos un par de concertos e algúns actos dos que hai sempre». Lo que sí han dejado son «cen mil euros; a ver se son quen de gastalos».

Pero no solo habló ayer García, que compareció en rueda de prensa acompañado por tres de sus concejales, de la Romaría Vikinga. El ex alcalde, en realidad, había convocado a los medios para debullar las acusaciones que siete días atrás Castaño había lanzado contra la herencia recibida. El nuevo alcalde había dibujado un escenario muy complicado, en el que, atendiendo a los informes técnicos, anunciaba la necesidad de tomar de decisiones drásticas. «Informes coma ese hainos todos os anos. Non é obrigatorio tomar as medidas que din os funcionarios neles; os que toman as decisións son os políticos», recalcó García. Y recordó que, por decisión política, «o IBI leva anos sen subir en Catoira, e o imposto de vehículos non se toca dende hai trinta, e só se subiu a auga porque o PP de Santiago obriga a facelo». Es una cuestión, dice, de decisión política. La deuda del Concello, cifrada en 3,4 millones, no debe ser utilizada como excusa, ya que «estase pagando sen problema». Además, sentenció, las cuentas se cierran todos los años con remanentes de tesorería positivos, el Concello tiene «cerca de cen millóns de euros en activos» y sus derechos de cobro son superiores a sus derechos de pago.

«Outra das cousas das que se queixan é das facturas que quedaron sen pagar. Na caixa do Concello quedaron 200.000 euros que poden usar para pagalas», dijo García. Al respecto de los astronómicos recibos por comidas, asegura el ex alcalde que la polémica es completamente ficticia. «Afortunadamente, en Catoira fanse moitos congresos internacionais e recibimos moitas visitas de xente da Unión Eropea por todos os programas nos que estamos metidos», dijo. Los participantes en los congresos, dicen, pagan su manutención con las matrículas, pero «logo o Concello ten que abonarlle á empresa que fai o servizo». En cuanto a los mandatarios de visita, «só faltaría que non os puideramos levar a comer».

Una larga lista de deberes para el nuevo alcalde de Catoira

García asegura que el nuevo ejecutivo no puede poner excusas, y que «o que teñen que facer é poñerse a traballar» y a gestionar inversiones para la localidad. Al mismo tiempo, ejecutar las que ya han quedado cerradas. Para reparaciones y arreglo del paseo marítimo «deixamos 48.395 euros», una cifra muy similar a la reservada para realizar mejoras en caminos. La dotación de aceras al acceso del polígono industrial tiene un presupuesto de casi 120.000 euros; y la de la señalización de los petroglifos de Pedras Minas, 18.000. Para la puesta en marcha del parque forestal de Pedras Miúdas hay una partida de más de 51.000 euros, y quedan redactados también un plan de movilidad urbana sostenible y un plan de dinamización que permitirá la puesta en marcha en la localidad e una red de caminos escolares seguros. «A ver se son capaces de sacar todo isto adiante».