Libres de semáforos en A Illa y Catoira

Bea Costa
Bea Costa VILAGARCÍA / LA VOZ

CATOIRA

MONICA IRAGO

Son los únicos municipios en Arousa que carecen de este tipo de señales

28 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

No los hay porque no son necesarios. Esa es la razón que esgrimen los alcaldes de Catoira y A Illa a la hora de explicar por qué no hay semáforos en sus respectivos municipios. Son los únicos en la comarca que carecen de estas señales luminosas, y todo indica que así seguirá siendo.

En las carreteras autonómicas y provinciales que atraviesan sus territorios se ha optado por las rotondas como sistema para regular el tráfico, y el Plan Movese, en el que participan ambos Concellos, tampoco prevé la instalación de semáforos. Este programa de intervención en la red vial de la Diputación de Pontevedra opta por otros modelos como son la instauración de la zona 30, la instalación de reductores de velocidad (lombos) y de pasos de peatones elevados.

Los alcaldes Alberto García y Carlos Iglesias están satisfechos con este tipo de soluciones y afirman que los semáforos ni son necesarios ni son demandados por la población. Ambos municipios tienen un centro urbano pequeño, lo cual favorece esta planificación, pero hay que señalar que hay otros de parecidas características, caso de Ribadumia y de Meaño, que sí los tienen.

Meis estaba en el club de los municipios libres de semáforos, pero dejó de hacerlo hace menos de un año cuando, a petición de los vecinos, se colocó uno en la carretera Vilagarcía-Pontevedra, en un paso de peatones situado en Vilanoviña. «Había quen non o quería pero, a verdade, é que están funcionando ben», señala el alcalde, José Luis Pérez.

En todo caso, la tendencia en los municipios más rurales es a eliminarlos, porque se acaban estropeando -el mantenimiento corre a cargo del Concello de turno- y las rotondas resultan igual de eficaces a la hora de regular el tráfico. Y no solo en los más pequeños. O Grove es otro de los Concellos que ha casi erradicado el ámbar, el rojo y el verde de sus carreteras. Los semáforos de Xoán XXIII se acabaron eliminando y solo hay uno en Ardia, colocado a petición de los vecinos. En las recientes obras ejecutadas en las carreteras de San Vicente y O Conde se ha optado por rotondas y otras medidas de calmado del tráfico.

Pero no siempre es posible, menos cuando la convivencia entre coches y peatones es más estrecha. En Vilagarcía acaban de ampliar este mes su nómina de semáforos con su instalación en las calles Doutor Tourón y Rodrigo de Mendoza. Según explican desde Ravella, es la mejor opción a la hora de garantizar la seguridad de los peatones y favorecer la fluidez del tráfico en la que es una de las principales entradas a la ciudad.

Los dispositivos están dotados de un aviso sonoro para invidentes que se activa a través del teléfono móvil, vía Bluetooth, lo cual minimiza las molestias a los residentes y garantiza la seguridad de los invidentes. Su puesta en marcha coincidió con la de otro semáforo, en Bamio, que llevaba instalado desde el mes de junio, pero no funcionaba. No serán los últimos.

 

El Concello tiene previsto que los discos de luz alumbren, también, en el parque Miguel Hernández para aliviar los atascos que se suelen producir en el paso de peatones que conduce hacia el paseo marítimo. La Autoridad Portuaria ya ha dado su visto bueno a la operación.

Vilanova es otro de los municipios que ha visto ampliado el número de semáforos en los últimos años, aunque no en el centro urbano. Los múltiples cruces que existen en la PO-549, que une Vilagarcía-Cambados, y la carretera de acceso a A Illa implican problemas de seguridad vial que se ha optado resolver mediante semáforos. Sin embargo, en la misma carretera, pronto se eliminará el situado en el cruce de Corvillón.

En otra de las vías de entrada de Cambados, en la PO-300 a la altura del cruce con la carretera de Barrantes, pronto se instalará señalización semafórica. Hasta allí acudió esta semana el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, para anunciar una inversión de de 31.000 euros con este fin. En su día se llegó a plantear colocar también un semáforo delante de la plaza de abastos para dar mayor fluidez al tráfico, pero esta opción se quedó en un cajón.