La mudanza de los trabajadores del Concello completa el uso de un multiusos abierto por fases
27 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Llevó su tiempo, pero al fin Catoira tiene el consistorio que su alcalde, Alberto García, entiende necesitaba la localidad. Una casa de los ciudadanos que adquiere todo su significado tras decidir en su día el gobierno municipal que las oficinas de la administración local fuesen las últimas en ocupar un multiusos que prioriza el servicio a sus vecinos, con una sala de exposiciones abierta en julio del 2011, un Centro Municipal do Maior en marcha desde el 2014, la biblioteca pública trasladada en el verano del 2015, o un auditorio que ya ha albergado varios congresos internacionales y multitud de actividades culturales.
El jueves y viernes de la pasada semana dedicaron los trabajadores del Concello a llevar el continente de la vieja y cercana casa consistorial a sus nuevas dependencias. Un cambio como el de quien pasa de vivir en un piso de reducidas dimensiones, con despachos cual cajas de cerillas, a una espaciosa casa en la que alguno de los primeros vecinos en pisar las nuevas oficinas municipales entraba ayer casi con la boca abierta.
El alcalde, y sus visitantes, ha ganado 15 metros cuadrados respecto a su antiguo despacho. Pero también y como el resto de los ocupantes del consistorio, un ambiente de luz en el que poder rescatar a la vista algún que otro atesorado recuerdo que humaniza el moderno consistorio, que cerrará el año con el acabado de una tercera planta de uso aún por definir.