La asistencia sanitaria llega a casa

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

CATOIRA

MONICA IRAGO

Los médicos y los enfermeros salen del hospital para atender a los pacientes y en Vilanova estrenan un plan piloto que hace a los enfermos más autosuficientes

05 dic 2022 . Actualizado a las 11:36 h.

El Sergas sigue avanzando en su política de sacar la asistencia sanitaria a la calle, y O Salnés no se está quedando al margen. El servicio de hospitalización domiciliaria (HADO) llega desde el mes pasado a todos los concellos del área sanitaria (Vilagarcía, Cambados, Vilanova, A Illa, Ribadumia y Catoira); el centro de salud de Vilanova participa en un plan piloto de teleasistencia (Telea), que permite hacer un seguimiento de los pacientes sin que estos se muevan de su casa; la unidad móvil de resonancia magnética visita periódicamente el hospital comarcal para evitar desplazamientos de los pacientes y los puntos de atención continuada (PAC) dispensan también atención domiciliaria para atender las urgencias.

Con este tipo de programas se gana en varios ámbitos: es más cómodo para los usuarios, se descongestionan las listas de espera y las camas de los hospitales y se contribuye a educar a la población en cuestiones sanitarias, haciéndola más autosuficiente. «El paciente se empodera para que sea él quien participe en la toma de decisiones», según explica Antonio Regueiro, responsable del programa Telea en Vilanova. Y este tipo de servicios se hacen cada vez más necesarios «porque la población envejece y la cronicidad y las pluripatologías aumentan», añade el facultativo.

Es la tendencia en Europa, dicen los expertos, y la gente responde satisfactoriamente. Según los datos facilitados por la Xerencia de Xestión Integrada de Pontevedra e O Salnés (EOXI), el 95 % de los pacientes de la unidad de hospitalización domiciliaria se muestran satisfechos con el servicio y la mayoría de los personas que reciben el alta vuelven a llamar a los profesionales adscritos al HADO para consultarles dudas.

Esta unidad no solo está pensada para atender a enfermos que han pasado por urgencias o se recuperan de un posoperatorio. También da servicio a los centros geriátricos y entre sus coberturas incluye a enfermos crónicos y cuidados paliativos. Los profesionales se desplazan con el equipo necesario para que la atención sea la misma que en el hospital, y si es preciso realizar pruebas diagnósticas, los pacientes son trasladados en ambulancia al centro de referencia. También realizan un historial del enfermo para que, en caso de que sea precisa la atención del 061 o cualquier otro servicio de emergencias, los datos estén disponibles de forma ágil y eficaz.

Las visitas domiciliarias de los médicos se realizan en horario de mañana, de lunes a viernes, mientras que los enfermeros amplían la asistencia, también, al horario de tarde y sábado por la mañana.

En el caso del Telea, el personal no tiene necesidad de moverse del centro de salud. Son los propios pacientes los que se miran la tensión en casa, se pesan, se hacen las mediciones de la diabetes y se encargan, después, de introducir los datos en un programa informático al que tiene acceso su médico. Solo hacen falta un ordenador, los dispositivos necesarios para cada prueba -que facilita el Sergas- y establecer una rutina que permita mantener un control riguroso del paciente.

«Me sentí muy acompañada y segura»

 

b. c.

A sus 91 años, dice, todos son achaques, y ya que hay que estar en manos de los médicos, mejor hacerlo en casa. Rosalía nunca había probado el servicio de hospitalización domiciliaria, y, pasada la experiencia, no tiene más que buenas palabras para los facultativos que la atendieron mientras se recuperaba de su último susto. Una insuficiencia respiratoria la llevó hace un par de semanas al Hospital do Salnés, y tras pasar por urgencias, la unidad de hospitalización a domicilio decidió que Rosalía daba el perfil perfecto para entrar en el programa del HADO. Y ella, encantada. «En casa estás mucho mejor, estás mucho más tranquila y no molestas a la familia. Las doctoras y el enfermero fueron encantadores conmigo, me sentí muy acompañada y muy segura», señala. Durante semana y media, se encargaron de tomarle la tensión, medirle la fiebre, hacerle las nebulizaciones, suministrarle la medicación y todo aquello que precisó para su pronta recuperación. Hace unos días que recibió el alta y, si se diera el caso, estaría dispuesta a repetir. Esta anciana vive sola en un piso en Vilagarcía, pero cuenta con la ayuda de su familia, que la visita a menudo. Es un requisito indispensable para recibir el HADO; el paciente debe contar con algún apoyo familiar al que pueda recurrir en caso de urgencia.

«Es muy cómodo, evitas muchos viajes»

 

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Pili es usuaria del Telea por partida doble. Lo utiliza para ella y para su padre, de manera que se ha vuelto toda una experta a la hora de manejarse con el tensiómetro, el glucómetro y el ordenador. Hace seis meses que entró en este programa, y está encantada. «Es muy cómodo, evitas muchos viajes y puedes hacer las mediciones a cualquier hora del día», explica. Antes, para hacerse un simple pinchazo en el dedo para medir el nivel de azúcar en sangre tenía que desplazarse desde su casa de San Miguel al centro de salud de Vilanova. Ahora se basta ella sola para recoger la muestra, medir los parámetros e introducir los datos en el sistema. Esta fórmula no solo le permite poner a disposición del médico, de forma inmediata, la información sobre su estado de salud. Ella es la primera en saber cómo se está comportando su cuerpo en cada momento.

En su caso, es suficiente con introducir los datos una vez por semana. En lo que respecta a su padre, lo hace cada tres días debido a su delicado estado de salud. Con 85 años, la tensión disparada y pendiente de la insulina es necesario un seguimiento más exhaustivo, y Pili no baja la guardia. Dispone de un código por cada cuenta que gestiona y cada vez que entra en el programa debe introducir una clave que le facilita el Sergas vía SMS. La confidencialidad está garantizada.