El cameo de lujo del Gato de Catoira

m. santaló CATOIRA / LA VOZ

CATOIRA

MONICA IRAGO

Arantxa Pérez graba en su tierra un videoclip en el que también participa el portero del Celta Sergio Álvarez

09 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres, dos, uno... Acción. La cámara apunta a Óscar Muñiz. Está abriendo la puerta del Galeón Vikingo de Catoira. Lo hace con ganas. Como uno debe dirigirse al lugar en el que esperar a una persona importante. Esa persona es Arantxa Pérez, que ha discutido con su pareja, pero sube al escenario con las mismas fuerzas con las que Óscar abre la puerta. Tiene una cita muy esperada: con su público. Y en su tierra. Los hechos se precipitan y también entran en escena el novio cabreado y la joven a la que llamó tras la disputa. Una disputa tan irreal como las relaciones que se van forjando delante de los focos y que tienen como objetivo dar visibilidad a No hay remedio, el sencillo del primer disco de Arantxa. Óscar, de Ribeira, es en realidad un compañero de trabajo. Por su parte, el novio postizo no es otro que el portero del Celta de Vigo y amigo de la cantautora catoirense, Sergio Álvarez. El cuartero lo completa otra amiga, Ariadna Janeiro, de Padrón. Sus falsos enredos amorosos dan vida al tema elegido por Arantxa para grabar un videoclip: «Nos decantamos por esta canción por la fuerza que tiene emocionalmente».

De la mano de estos cuatro jóvenes, el Galeón Vikingo se convirtió en escenario. El tercero elegido por la cantautora para las grabaciones. «También estuvimos en el hotel Castro do Balneario, de Cuntis, y en las calles de Carril», explica Arantxa. Si el hotel fue el lugar idóneo para simular la casa en la que la que transcurre la disputa a la que se hace alusión en la canción, el Galeón Vikingo no podía ser más apropiado para servir de escenario para acoger la función con la que finaliza el videoclip. Su propietario, Fernando Rial, se muestra encantado con la elección. «É un pracer poder botar unha man», indica. No hicieron falta transformaciones: Su local está cada vez más vinculado con la música y cuenta con todo el equipamiento necesario para que quienes así lo deseen solo tengan salir a escena y tocar. Si Arantxa y Sergio son catoirenses, no podía faltar un local de su tierra para focalizar la historia.

En lo de ceñirse a un papel, los cuatro son nuevos. Y, los cuatro se sienten más cómodos en sus respectivos ámbitos profesionales. Pero, de los nervios fueron pasando a la diversión conforme avanzaban. «É unha experiencia nova e bonita, estou encantado de poder botar unha man a xente de Catoira», indica Sergio, que tuvo que hacer malabarismos para encontrar una fecha disponible. Ayer fue el día.

Sus tres compañeros de guion comparten perspectivas. Para Óscar y Ariadna la escena más complicada fue en la que se conocían. Y es que, en la vida real, no fueron presentados mucho antes que en la ficción. Su nexo en común es Arantxa, que también se siente mucho más cómoda cantando que actuando. «No sé si me costaron más las escenas en las que Sergio y yo estábamos enfadados o en las que estábamos cariñosos. Y mira que no hay besos ni nada», ríe. Nervios al margen, está encantada con el proyecto: Confía en que el videoclip le ayude a lanzar el disco que sacó el pasado julio y que ya presentó en Madrid, Hay tanto camino por andar, bajo la producción de Jordi Cristau. «Son diez canciones. Hay varios estilos, pero puede catalogarse como pop», indica Arantxa.

Maquillaje y cambios de vestuario completaron la jornada. De esto último se encarga Ariadna. «En esto si estoy en mis salsa», afirma. Tiene una tienda de moda en Padrón, Bombón Chic, y ejerce de estilista de alguno de los presentadores de Luar. «Fuimos a su tienda y escogimos los modelitos que llevamos ambas», explica Arantxa. Una producción propia, con los suyos y en su tierra que está deseando que vea la luz. Ilusión y trabajo no le falta.