Europa empezó aquí

Rosa Estévez
rosa estévez CATOIRA / LA VOZ

CATOIRA

En Arousa se topan el itinerario vikingo y el Camino de Santiago, las dos rutas que permitieron dar forma a la identidad europea

27 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante toda esta semana, Catoira ha sido la capital del mundo vikingo. Un seminario internacional ha traído hasta aquí a los mayores expertos en la historia de unos pueblos de los que se sigue sabiendo muy poco. Llegados desde el frío de Suecia, de Noruega, de Dinamarca o de las islas Shetland, profesores y directores de museos han desgranado, uno tras otro, asuntos tan variopintos como la religión, las costumbres funerarias, la tecnología naval o las grandes construcciones de este pueblo. El último en hablar fue Fernando López Alsina, profesor de Historia medieval y contemporánea de la Universidad de Santiago de Compostela. Él, que no quiso perderse ninguna de las charlas que le precedieron, tomó la palabra para hacer que sus oyentes volviesen los ojos hacia la ría de Arousa. Porque fue aquí, en este mar, donde hace algo unos mil años se tropezaron las dos rutas, los dos fenómenos culturales, que desembocaron en el nacimiento de Europa.

«En la actualidad, hay reconocidos dos itinerarios culturales europeos. Uno es el Camino de Santiago y el otro es el itinerario vikingo», explica López Alsina. La ruta jacobea se consolidó entre los siglos ocho y once de nuestra era. La intensidad de las peregrinaciones a Santiago acabó dando forma a un camino reconocido por muchos como la cuna de Europa. Pero nada de eso habría pasado si la tradición no dijese que los restos del Apóstol Santiago llegaron hasta este verde rincón remontando, en una barca de piedra, las aguas de la ría de Arousa. Las mismas aguas que iban a surcar los vikingos. Este pueblo vivió sus momentos de apogeo entre los años 790 y 1066 -coincidió su eclosión con la del Camino de Santiago-. «Ellos, que empezaron siendo saqueadores, acabaron por acampar y crear entidades de poder reconocidas en las tierras a las que llegaban, como en Normandía o Inglaterra. Fueron esos jefes vikingos, que habían admitido el cristianismo y asimilado los conceptos occidentales, los que actuaron como acelerador para que la sociedad escandinava se organizase como monarquías cristianas y se incorporase a la órbita occidental», señala López Alsina.

De esa forma, a través de esas dos líneas, se fue dibujando el mapa de la Europa que hoy conocemos. «Y ambos fenómenos coinciden en el mar de Arousa», señala el profesor. Pero ahora toca hablar de futuro. La alianza de esas dos rutas puede convertirse en un factor que amplifique el potencial turístico de toda Galicia. Y, especialmente, de las tierras bañadas por el mar de Arousa y por el río Ulla. «Ya no hay una ruta por la que venir a Galicia. Hay dos. Eso es un potencial impresionante», señala López Alsina. El profesor universitario recuerda que Catoira es «por lo que sabemos y por lo que sabremos en el futuro», el punto «con mayor incidencia vikinga de la península». Y eso es algo que hay que aprovechar. De eso mismo habló la directora de Turismo, Nava Castro, encargada de clausurar el congreso. Ella destacó que además de la ruta jacobea y el itinerario vikingo, la Xunta impulsa otros dos recorridos: el de la vid y el de las ciudades termales.