La conexión de Catoira con la saga de Ragnar Lodbrok

CATOIRA

MARTINA MISER

El sábado se rodará en As Torres un documental que acompaña a la serie «Vikingos»

25 nov 2015 . Actualizado a las 07:55 h.

Pieles, tatuajes, melenas trenzadas hasta lo imposible. Gritos que hielan la sangre, muecas aterradoras, espadas ensangrentadas, cascos. Bosques envueltos en la niebla, castillos, piedras. Niños que ríen, mujeres que luchan. Y en medio de todo ello un rey: Ragnar Lodbrok. Esto es, señoras y señores, Vikingos, una serie coproducida por Irlanda y Canadá, que ha convertido a los fieros hombres del norte en felices estrellas televisivas. Bien documentada, excelentemente ambientada, esta coproducción permite ver a este pueblo guerrero desde un punto de vista más complejo, menos simplista. Con cada entrega de la saga de Ragnar Lodbrok, se emite un documental sobre los hechos históricos sobre los que se levanta la ficción. Serán los responsables de esos reportajes históricos -la productora Shaw Media, de Canal Historia- los que el próximo sábado desembarcará en Catoira para rodar un documental sobre los vikingos en Galicia.

Es evidente que, cualquier discurso sobre este asunto pasa por las Torres de Oeste. La fortaleza construida junto a la desembocadura del Ulla fue levantada, precisamente, para frenar a los bárbaros que pretendían asaltar Compostela. Pero aunque Catoira es el lugar en el que con más fuerza late la sangre vikinga en Galicia, el rastro de fuego y sangre que dejaron los invasores tras de sí se puede seguir por otros lugares.

A fin de cuentas, los vikingos atacaron una y otra vez esta cornisa verde. De hecho, la saga de Ragnar Lodbrok -sí, sí, la que protagoniza la serie de televisión- también se paseó por aquí. Tal honor parece haberle correspondido a Bjorn Ragnarsson, para los enemigos Bjorn brazo de hierro, el apuesto hijo mayor del rey Lodbrok. Afirman algunos historiadores que entre los años 859 y 862, este feroz guerrero y algunos de sus hermanos dirigieron un interminable ataque contra el sur. Atacaron nuestras costas, pero también las de Francia y Portugal, por donde bajaron para cruzar el estrecho de Gibraltar y poder asaltar, así, las Baleares, Italia, Grecia...

Pero la historia no es el único elemento que ha traído hasta Catoira a los responsables de Shaw Media. Hay aún otro factor que explicaría las razones por las cuales las cámaras de esta productora se acomodorán el sábado a orillas del Ulla. Y esa razón tiene nombre de pueblo. Hablamos de Ardglass, una localidad de Irlanda que presume, como Catoira, de su pasado vikingo. Entre ese enclave de la isla esmeralda y la desembocadura del Ulla surgió, hace ya años, una corriente de amistad que se plasmó con la arribada a la Romaría Vikinga de Catoira de un grupo de bárbaros de habla inglesa.

Esa localidad, precisamente, ha cobrado un especial protagonismo en el rodaje de la serie Vikingos. Sus vecinos, descendientes de aquellos recios hombres de guerra, participan activamente en la grabación de la serie de ficción. Expertos en la materia, habituados a fabricar ropas y armas de la época para su festival anual vikingo, nutren de todo lo que necesitan a los responsables de esta serie. Quien sabe. Tal vez haya sido su mediación la que ha traído a Shaw Media a Catoira. Y tal vez esto solo sea una avanzadilla, y detrás venga Lodbrock...