Catoira da un empujón a su plan para aprovechar los manantiales termales

Recuperar el brillante pasado termal de Catoira es un objetivo en el que el Concello lleva años trabajando. Tantos, que los primeros pasos de este camino se dieron siendo alcalde de la localidad Andrés Castaño, el antecesor de Alberto García. A este le ha tocado, sin embargo, recorrer la mayor parte de un largo y tortuoso sendero administrativo y burocrático. La peregrinación aún no ha llegado a puerto, pero poco a poco se van quemando etapas. La última, el envío a la Consellería de Economía e Industria de una solicitud para el «aproveitamento de augas minero-medicinais» del pozo de As Lombas. Ese documento salió hacia los despachos de la Xunta acompañado por la propuesta de un perímetro de protección que mantenga a salvo el acuífero del que manan las milagrosas aguas de todo tipo de agresión.

«Este é un trámite máis que temos que facer para poder chegar ao noso obxectivo», señalaba ayer el alcalde Alberto García (PSOE). Y es que, para poder ver renacer en Catoira un balneario, es preciso cumplimentar una serie de trámites en los que el Concello ha consumido «non menos de 50.000 euros», según recordaba el regidor hace un par de años.

Ese dinero se ha invertido en una sucesión de estudios, informes, sondeos y catas que permitieron dar con el manantial de As Lombas, capaz de suministrar agua en cantidades suficientes a una instalación permanente a la que también se ha dado forma y con la que se pretende «reactivar a explotación balnearia que no seu día houbo en Catoira, pero mellorando as condicións de uso e aproveitamento da auga en tratamentos de afeccións dérmicas, respiratorias, do aparato dixestivo, hepáticas, etcétera».

El proyecto

El futuro hotel balneario ya está predibujado. Sobre el papel, claro. «Establecerase nunha parcela de tres hectáreas», explican desde el Concello. El edificio tendrá una superficie de 800 metros cuadrados en cuyo interior habrá espacio para una piscina climatizada, una sala de inhaladores y pulverizadores, bañeras automatizadas y de hidromasaje, equipos de masaje, salas de lodo, duchas, jacuzzi, salas de reposo y una consulta médica, entre otras cosas.

El hotel, por su parte, «terá capacidade para 150 prazas e estímase que o número de persoas que utilizarán as instalacións de tratamento e relax será de 200 persoas diarias».

Aguas envasadas

El proyecto también prevé la comercialización de aguas envasadas, ya que «segundo as análises realizadas polo laboratorio Óliver Rodés, reúne os requisitos para ser declarada auga mineral natural».

Todos estos elementos, cuando cuajen, se convertirán en un nuevo factor de dinamización turística para Catoira. «Estamos traballando moito nesa área, a do turismo, e en varias frontes», indica el regidor socialista de la localidad y candidato por el PSOE a revalidar la alcaldía.

Pendientes de la iniciativa privada

Para relanzar Catoira como un lugar termal, el Concello lleva tiempo participando en foros especializados. Durante su presencia en todo tipo de ferias y encuentros sectoriales, han sido muchas las empresas que han mostrado su interés por las posibilidades que se han abierto a orillas del Ulla. Sin embargo, el interés no es suficiente. Según los cálculos del Concello, poner en marcha esta iniciativa supondría una inversión de 5.170.000 euros, una cantidad que «se estima que se podería recuperar en oito anos». Sin embargo, no corren buenos tiempos para este tipo de apuestas. «Evidentemente, non estamos nunha epoca boiante. A xente chama e pregunta polo tema, pero de momento é todo», dice el alcalde.

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