Una vivienda conflictiva en Cambados: «Hubo que perseguir a un intruso que ya estaba metido en casa de mi padre»

s. gonzález / b. costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

Vecinos de Corvillón denuncian los problemas crecientes en torno a un inmueble habitado por transeúntes en rotación que atemorizan a la gente más mayor

10 nov 2024 . Actualizado a las 18:41 h.

«Hasta que todo esto comenzó este era un lugar en el que ni siquiera se cerraban las puertas de las casas. No había un miserable problema. Y ahora la gente, casi toda muy mayor, tiene miedo porque no hay más que conflictos, sobre todo por la noche». Quien habla es el hijo de un vecino de Corvillón, en Cambados, que tiene a su padre a su cuidado. Una vivienda, ubicada a un paso del colegio, se ha colocado en el centro de los desvelos del barrio. La casa, por lo visto, pertenecía a una persona también mayor que, hace unos tres años, acogió a un hombre con la intención de que la ayudase. «Non sabemos exactamente que pasou, se herdou a casa ou non, pero dende que o propietario morreu é esa outra persoa a que xestiona a vivenda, e non deixa de entrar e saír xente», indica otro vecino del lugar.

Lo que los habitantes más próximos al inmueble denuncian no es ni la fórmula bajo la que la casa está habitada ni si quien se ha hecho cargo de ella la emplea para alquilarla a transeúntes o para cualquier otro cometido, sino el hecho de que «esos inquilinos que vienen y van constantemente estén atemorizando con su comportamiento a la gente de aquí», explica el hombre que tomó la palabra en primer lugar. Y pone un ejemplo bien claro: «Mi hermano y yo nos turnamos para cuidar a mi padre. El otro día le tocaba a él y, cuando llegó allí, un intruso se había metido ya en el galpón de la casa. Salió corriendo y hubo que perseguirlo. Aunque se cayó, no pudo alcanzarlo. Esto es a lo que no hay derecho. Vas a trabajar, dejas a tu padre aquí, y no sabes qué puede pasar».

Más allá del mayor o menor riesgo de que acabe cometiéndose algún tipo de robo, cuestión de la que por el momento no existe constancia, en Corvillón se pone el punto de mira en los jaleos que con creciente frecuencia se organizan en la vivienda en cuanto el sol se echa a dormir. «O que está a suceder é moi problemático. Unha noite desta semana tivo que vir a Garda Civil dúas veces. Ao final levaron a un esposado, que non paraba de dar berros e de insultar, pero é que onte mesmo a patrulla tivo que volver», lamenta otro vecino. La Guardia Civil confirma que ha tenido que acudir en varias ocasiones por problemas de convivencia a una casa que la Policía Local también conoce.