Javier Porras, víctima de un atentado en Vilagarcía: «He muerto mil veces»

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

Martina Miser

El expolicía local fue condecorado con la cruz de plata de la Orden de Isabel la Católica por iniciativa del Concello de Cambados

20 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Javier Porras Gómez estaba el 11 de octubre de 1990 en la plaza de Galicia de Vilagarcía cuando explotaron las bombas que reivindicó el Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive. El entonces policía local pudo contarlo y, tres décadas después, no puede olvidarlo. Eso, pese a que poco ha retenido en la memoria de aquella fatídica madrugada. «Solo recuerdo a una señora que salió al balcón y después poco más», contó ayer en Cambados. Su relato lo completó con un texto escrito hace un par de años en el que se lamenta de la falta de «una verdad que se me ha negado con insistencia». «Mi mente está cansada, no puedo olvidar ni recordar (...) he muerto mil veces», escribió. Dijo más: «Hay 8.500 heridos víctimas del terrorismo a los que se nos ha olvidado. A veces nos dan una indemnización, que no paga nada. Yo tardé 25 años en que reconocieran mi condición de víctima del terrorismo». Ya no hay fisuras al respecto como demuestra el reconocimiento que le brinda el Ministerio de Asuntos Exteriores concediéndole la cruz de plata y el diploma de la Orden de Isabel La Católica a petición del Concello de Cambados, que recibió de manos del alcalde, Samuel Lago. Porras lo agradeció con orgullo. No es para menos pues, según explicó él mismo, es la segunda condecoración más importante que se concede en España y le gustaría que no fuera la última que entrega el ayuntamiento.

A Porras no solo se le homenajea por ser víctima del terrorismo; también por su labor en el auxilio humanitario y la lucha contra los incendios desempeñada durante su pertenencia a las Fuerzas Armadas. La vocación de servicio le llegó muy joven, pues ya con ocho años era voluntario de Cruz Roja, y ni siquiera una bomba lo apartó de este camino. De aquel atentado le quedaron cuatro hernias discales, una vértebra maltrecha, la rotura de dos tendones en una mano y problemas de audición. Pero quizás lo peor sean esos «recuerdos que prefiero olvidar» y la losa que supuso estar amenazado por ETA hasta 2019.

Le pedimos que haga balance y contesta rotundo: «Volvería a repetir a miña vida». Lo dice en un gallego que le cuesta —es madrileño de cuna— y emplea por cortesía hacia la institución que acaba de premiarle. En un momento tan emotivo no faltaron las palabras de agradecimiento «ao pobo de Cambados», a miembros de las Fuerzas Armadas con los que compartió no pocas vivencias y a su hermano Manolo fallecido en 2020, un guardia civil que en 2009 se libró por los pelos de engrosar la lista de víctimas de ETA. También a su mujer, que como en los últimos cuarenta años, ayer estuvo a su lado.

En la entrega de la condecoración a Javier Porras celebrado ayer en el salón de plenos de Cambados participaron el alcalde de Cambados, Samuel Lago, la concejala de Igualdade y exalcaldesa, Fátima Abal y el concejal de Seguridade Cidadá de Vilagarcía, José María González.