Marc Gili (cantante de Dorian): «Nuestra historia con Galicia es larga y hermosa»

CAMBADOS

Domenech Castelló | EFE

La banda tocará próximamente en Cambados (6 de agosto) y en el Festival Noroeste (10 de agosto)

05 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Marc Gili es el vocalista y principal letrista del grupo Dorian, que desde hace varios años es un valor que cotiza al alza en el panorama musical español. En los próximos días tienen doble cita con Galicia. El 6 de agosto, en Cambados. El 10, en el Festival Noroeste de A Coruña. Tocan aquí, allí y en cualquier otra parte. Son todoterreno de festivales, fiestas y salas de concierto.

—¿Es vuestra primera vez en Galicia?

—No, no. Llevamos años viniendo aquí. Primero en salitas pequeñas, luego en sitios como el Atlantic Fest o salas en todo el territorio gallego. Santiago, A Coruña, Lugo... incluso en pueblos emblemáticos. La historia de Dorian con Galicia es larga y hermosa. En Galicia se entendió lo que buscábamos con nuestro sonido desde el principio.

—¿Cómo es el público gallego?

—Es musicalmente culto. Le gusta lo bueno. Galicia siempre ha sido una tierra muy musical, muy melómana. La música tradicional gallega es uno de los géneros folclóricos más potentes de Europa. Y la música en directo siempre ha tenido mucha presencia en Galicia, y eso se nota mucho en la calidad del público.

—¿Cómo está siendo la acogida de vuestro nuevo álbum, Ritual?

—Está gustando mucho de un modo transversal. Es un diálogo entre las tradiciones musicales de España y América Latina. Y creemos que esto la gente lo ha entendido muy bien. No solo entre gente de nuestra generación, sino que está teniendo mucho impacto entre gente muy joven. Eso nos enorgullece. Es un trabajo transversal donde hay cabida para muchos géneros distintos (pop, indie, ritmos afrocaribeños...). 

—A lo largo de los años habéis explorado diferentes motivos artísticos y estéticos. ¿Es más divertido estar en continua metamorfosis que estar estático?

—Sin duda. No concebimos la idea de hacer dos veces el mismo disco. Nuestro deber es seguir investigando y ampliando nuestra paleta de sonidos y de ritmos. Buscar evolución artística. Nuestro nuevo álbum ha sido bien recibido y entendido por público y crítica, lo cual no siempre sucede. Es un trabajo en el que hemos querido girar la mirada hacia la sociedad. Hablamos más de lo que está pasando en la calle y en el mundo y menos de nuestra vida personal o nuestro viaje individual. La pandemia nos ha empujado a mirarnos como colectivo, y como colectivo hemos salido de ella, y eso nos hizo reflexionar sobre la necesidad de hablar de cosas que nos suceden a todos.

—¿Es muy distinta la atmósfera de los festivales de la de los conciertos normales?

—Es distinta. En una sala se crea una complicidad especial con el público, es casi un ritual. Pero en los festivales o en los grandes conciertos es donde tienes la oportunidad de que mucha gente entre dentro de tu liturgia y conozca tu sonido. Y esa oportunidad hay que aprovecharla dándolo siempre todo.

—En una estrofa de la canción Dos vidas hay un guiño a Gabriel García Márquez. ¿El bagaje cultural es algo importante para ser un buen letrista?

—Creo que es complicado ser un buen letrista si no se han leído libros. Hay gente que tiene un talento natural para las letras y que, sin embargo, no tiene interés en la lectura, pero son excepciones. La poesía, la filosofía y la prosa te dan como letrista una base, un conocimiento del lenguaje que te permite crear tus propias imágenes y tu propio mundo. Para evitar los lugares comunes y hacer cosas propias es importante apoyarse en la cultura. El otro gran pilar es haber vivido mucho, tener muchas experiencias en la calle. Son las dos columnas sobre las que construir el edificio de las letras. La literatura me ha ayudado a salir de algunos hoyos y me ha permitido explicar el mundo.