El bulo de los pinchazos que amargó a Morad y Beny Jr en Cambados

Maruxa Alfonso / Martina Miser CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

Martina Miser

Su actuación estuvo marcada por el rumor de que varias jóvenes habían sido drogadas, algo que resultó no ser cierto

04 ago 2022 . Actualizado a las 18:10 h.

El Concello de Cambados tenía claro desde principio que la gestión del concierto que Morad y Beny Jr iban a ofrecer en la localidad no iba a ser sencilla. Estos artistas mueven a miles de jóvenes y, por eso, se tomaron todas las medidas precisas, empezando por un control de aforo mediante la venta de entradas y siguiendo por la prohibición de vender alcohol en la única barra que había en todo el recinto. Con lo que no contaban en el gobierno local fue con que las últimas noticias sobre los pinchazos del éxtasis líquido y los desmayos provocados por el calor y la ansiedad que sufrieron algunos asistentes iban a ser el caldo de cultivo perfecto para un bulo que arruinó esta cita musical a más de uno, porque varias jóvenes y mayores abandonaron el concierto tras correrse el rumor de que estaban pinchando a la gente.

A las diez de la noche una plaza de Fefiñáns repleta de adolescentes esperaba ansiosa la salida de Beeny Jr al escenario. De repente, tres de ellas llegan corriendo a junto el adulto que las acompañaba. Están llorando y claramente alteradas y, entre lágrima y lágrima, consiguen explicar que se han enterado de que están pinchando a las niñas con drogas. «Lo hemos visto con nuestros ojos. Primero una niña que estaba perfecta se cayó redonda a nuestro lado. Y después otra», aseguran. Casi al mismo tiempo se ve a la Guardia Civil peinando el recinto y desplazándose a la zona donde se atiende a los heridos, al tiempo que los servicios de emergencia sacan de entre el público a otra jóven que está vomitando.

Es entonces también cuando Beny Jr sale al escenario, pero el rumor que contaron esas tres adolescentes se ha corrido ya como la pólvora por el concierto y el público intenta advertir al músico. «¿Pinchazo? ¿Qué decís? Vamos a pasarlo bien», afirma el artista, mientras el público lo abuchea. La psicosis fue tal, que algunas adolescentes abandonaron el concierto, temiendo ser víctimas, y algunos padres se fueron también con sus hijos, claramente nerviosos por lo que se está diciendo.

Mientras, los servicios de emergencias, las autoridades y hasta el gobierno local se afana en dar una explicación a lo que está sucediendo. Se atiende a todas las jóvenes y en ningún caso se encuentran restos de pinchazos. Aún así, derivan a una joven al Hospital do Salnés, que tras ser atendida se descarta que tenga restos de drogas en su organismo. Tras hablar con ellas, se sabe que muchas llevan desde las doce de la mañana haciendo cola en Fefiñáns, que en muchos casos ni han comido ni bebido nada y que, además, se encontraban en el grupo donde miles de adolescentes llevan más de una hora apelotonados esperando para ver a sus artistas favoritos lo más cerca posible. Allí hace calor, y mucho. Y en todas esas explicaciones encuentran los servicios sanitarios la causa de los desmayos.

Pero nada de esa información llega al público presente, por lo menos, en un primer momento. El bulo genera nuevos ataques de ansiedad y varias jóvenes tienen que ser evacuadas por el foso presas del pánico. Otras deciden marcharse y renunciar a ver a su artista favorito. Sobre todo, porque el bulo sale del concierto y llega a las madres que esperan fuera, que empiezan a preocuparse por lo que está sucediendo en la plaza.

Beny Jr acaba su actuación y se va casi sin despedirse. Y entonces llega Morad al escenario y el artista consigue que, poco a poco, la situación se vaya relajando. Uno tras otro canta sus temas más famosos, que son coreados por todos los presentes, que todavía se cuentan por miles. Las tres adolescentes que hace una hora lloraban desconsoladas, cantan y bailan ahora tranquilas y relajadas, eso sí, lejos de tumultos y de la zona más cercana al escenario. Se saben todas las canciones del artista y, al igual que el resto del público, se entregan a un concierto del que tendrán mucho que contar.

Al acabar la actuación musical, no se habla de otra cosa. «Tenemos que tener cuidado», afirma una adolescente. «Venir a la fiesta para que te pinchen...», lamenta otra. El Servicio de Emergencias del Concello de Cambados decide entonces colgar una información en sus redes sociales para desmentir lo sucedido. No hubo éxtasis líquido, todo fue un bulo. También lo desmienten los servicios sanitarios, que reconocen haber atendido varios ataques de ansiedad, pero sin rastro de la droga.