bea costa
No es una cifra redonda, pero los 89 es una edad tan buena como otra cualquiera para hacer una fiesta y reunirse con la familia. De modo que la saga Padín Montáns aprovechó ayer el próximo cumpleaños del patriarca, el 21 de mayo, para darle una sorpresa y una alegría. Celestino Padín Montáns -para la mayoría Chicho Padín o don Celestino- no se lo esperaba y cuando ayer a las dos de la tarde se encontró con toda la familia en Casa Rosita no daba crédito. Es una de esas personas importantes en la vida de mucha gente, como le ocurre a todos los médicos de pueblo que lo fueron durante tantos años. En su caso desde 1956, siempre en Cambados y haciendo un poco de todo: autopsias, atendiendo partos, cirugías menores..., durante las 24 horas del día, los 365 días del año. Se jubiló en el 2000 porque cumplió setenta años y era obligatorio, pero todavía hoy sigue atendiendo en casa a alguno de esos pacientes de toda la vida, para quienes los consejos del veterano galeno son ley.