Yaisa Rial: «Ofrecemos una mano para alentarte»

EVA FUENTES / P.P. VILAGARCÍA / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

La asociación Familias Azuis lucha contra las barreras que dificultan la integración de las personas con TEA

19 jul 2021 . Actualizado a las 21:07 h.

Cada vez resulta más complicado encontrarse con gente dispuesta a trabajar sin recibir nada a cambio. El actual paradigma social ofrece demasiadas muestras de un ser humano egoísta e irracional, buscando siempre satisfacer sus deseos y necesidades. Sobre esta premisa gira una sociedad en la que la solidaridad y el altruismo parecen valores en peligro de extinción. Con todo, siempre hay personas que aportan luz. Yaisa Rial Cuenca es una de ellas.

A pesar de que lleva viviendo en Cambados desde 1998, momento en el que acabó la carrera de Filología Inglesa, Yaisa conoce el pueblo marinero desde niña, «cuando visitaba a mis abuelos los domingos y en las vacaciones», cuenta. Su vida dio un giro de 180 grados en el momento que nació su primer hijo, diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y posteriormente la más pequeña, también identificada con el espectro.

Yaisa confiesa que la falta de apoyo y de comprensión entre la sociedad fue lo que la llevó a ponerse en contacto con el colectivo Familias Azuis, una asociación sin ánimo de lucro que precisamente nació con el objetivo de educar, concienciar y visibilizar el trastorno del espectro autista.

Familias Azuis se alumbra desde Ponteareas, de la mano de Sindy Mairuby, aunando a día de hoy a una veintena de familias de la provincia con hijos que viven con una afección neurológica que, en esencia, «aunque les hace diferentes, los dota de capacidades para alcanzar metas», explica Yaisa.

Tras adscribirse a este colectivo, Yaisa Rial, presidenta de Familias Azuis desde febrero, se lanzó a impulsarlo en la comarca de O Salnés, sumando media docena de familias. «Era el momento de dar el paso hacia delante y presentar el colectivo en Cambados», señala la presidenta.

Su objetivo es hacer crecer la asociación en Arousa y «actuar como un altavoz para así visibilizar el espectro autista, concienciar a las familias y a la sociedad para lograr que nuestros hijos crezcan dentro de una normalidad, no solo cuando son niños, sino en todas sus etapas vitales; que la sociedad y ellos mismos se sientan como personas de pleno derecho», sostiene la cambadesa. Conscientes de que alcanzar la inclusión total es un camino largo, desde la asociación dan «pequeños pasitos» para acercarse a su meta final.

Todos los esfuerzos del colectivo por alcanzar sus objetivos se vieron interrumpidos con la irrupción de la pandemia derivada del covid-19, lo que supuso un «bloqueo total» a la hora de llevar a cabo sus diferentes actividades. La imposibilidad de continuar con el grueso de sus iniciativas, como las mesas informativas, galas, exposiciones fotográficas, talleres de manualidades para niños y niñas, cuentacuentos, charlas para familias o jornadas de formación en centros escolares para profesionales, obligaron a la asociación a actuar desde el entorno digital.

Así, en este año tan inusual, Yaisa, junto al equipo de Familias Azuis, impulsó el desarrollo de diversos talleres online. El primero de ellos, Cuidar a la cuidadora, impartido por la psicóloga Carola López Moya, encargada de dar una serie de pautas para tratar la sobrecarga emocional de las madres y ofrecer diferentes herramientas de autocuidado. Ya en mayo, en la conmemoración del día del libro, se impartió el taller A literatura infantil, un camiño máis para a inclusión.

Yaisa reconoce que se trata de un «trabajo de fondo», y que «tener un hijo requiere tiempo y esfuerzo, lo que se incrementa si hablamos de niños con autismo». Siendo plenamente consciente de todo lo que esto supone, afirma que encontró en Familias Azuis un refugio que «ofrece una mano para ayudarte a no caer y otra en la espalda para alentarte».

A día de hoy siguen existiendo barreras, muros que son difíciles de derribar y que van más allá de las dificultades que presentan las personas con TEA. «En algunos casos, reconocer o hablar del espectro autista en los hijos cuesta, a veces se evita admitirlo y hay familias para las que acaba siendo un tema tabú; socialmente también es algo que se evita», explica la presidenta. «Formar parte de un colectivo así es orientación para ayudarte a encontrar el camino, porque si estamos solos, sacarse las castañas del fuego es muy complicado. Juntos podemos alcanzar metas, eso nos fortalece», recalca Yaisa Rial.