Gussy murió en la clínica veterinaria del Refugio de Cambados
05 jun 2021 . Actualizado a las 16:59 h.Las expectativas iniciales sobre el futuro de Gussy eran buenas, pero, finalmente, ni los antibióticos ni los cuidados de la clínica veterinaria del Refugio de Cambados pudieron salvarle la vida. El gato, que fue recogido esta semana de la calle por la protectora, estaba infestado de larvas, por dentro y por fuera. «Estaba comido por los gusanos», relata la presidenta del refugio, Olga Costa, que en sus 23 años de experiencia con los animales nunca se había encontrado con una estampa tan dantesca. «Sí, tengo visto animales con gusanos, pero siempre tenían alguna herida, en este caso no tenía ni una llaga, pero estaba invadido». Las fotografías que publicó el Refugio en sus redes sociales son demoledoras, no aptas para personas sensibles. Ella misma reconoce que no pudo soportarlo y lloró y tuvo náuseas cuando los veterinarios estaban limpiando al animal.
En un principio, Gussy -bautizado así por las gusanos que lo acabaron matando- fue para una casa de acogida, pero poco duró allí. Tuvo que volver a la clínica y allí murió el jueves, con el intestino destrozado y como consecuencia de un fallo hepático.
La historia de Gussy ha sobrecogido a mucha gente y en la protectora esperan que, al menos, sirva para concienciar a los dueños de gatos de la necesidad de su esterilización para evitar la proliferación de colonias callejeras. «Que la gente busque el precio más barato, pero que lo haga, es importantísimo», señala Costa. En el Refugio cuesta 50 euros para los gatos y 80 para las gatas.