La experiencia de trabajar con Fusco: «Se comportaba como una estrella»

Bea Costa
Bea Costa CAMBADOS

CAMBADOS

MARTINA MISER

El actor cambadés Ademar Silvoso compartió rodaje con el palleiro más famoso de Galicia para la campaña del Vivamos como galegos!

16 feb 2022 . Actualizado a las 20:41 h.

La primera vez que trabajó con un animal fue en el 2015, con motivo del Vivamos como Galegos! de Gadis, y la experiencia fue muy especial, comenta el actor Ademar Silvoso en alusión a Fusco, el perro protagonista del anuncio que estos días vuelve a ser noticia.

El palleiro más famoso de Galicia acaba de morir y Ademar, como tantos otros, ha tenido un recuerdo para él a través de las redes sociales. «En una secuencia, ante un equipo de veinte personas entre sonidistas, cámaras, eléctricos, técnicos... el tío se levanto, se fue a echar un trago y se tumbó en su furgoneta. Cortamos durante media hora hasta que volvió a primera por propia iniciativa. Tenía esas cosas», relata. Cuando se cansaba había que esperar a que se repusiese para retomar el rodaje: «Se comportaba como una estrella», apunta el actor, y en cierto modo lo era.

El Allo de la campaña Presumamos como galegos! no fue su único papel, de hecho recibió un premio de la Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematográficas de España por sus trabajos en publicidad y televisión —también tuvo una aparición en la serie Fariña—. Además, el palleiro hizo una gran labor didáctica y terapéutica mediate sus visitas a colegios y a la unidad materno infantil del Hospital de A Coruña. Siempre iba acompañado de Octavio Villazala su dueño y adiestrador, con quien el actor cambadés compartió muchas horas y «aprendí mucho», algo que para alguien que tiene perro, como él, resulta de gran utilidad.

¿Como fue rodar con Fusco? «En las escenas más complicadas teníamos que trabajar con un doble (Octavio), pero era muy regalado trabajar con él, se dejaba querer mucho».

El de Vivamos como galegos! fue uno de los trabajos que le dio más proyección mediática a este actor cambadés bregado en el mundo del teatro, la televisión y el cine y no faltó quien le preguntaba si el perro del anuncio era suyo. Cualquiera hubiera querido adoptarlo al verlo encariñado con Ademar, corriendo a la par de un caballo o asomado a la ventanilla del coche, eso pese a que, según cuenta Octavio, al principio no lo quería porque «era muy raro». Poco tardó en descubrir que era un amor de animal hasta el punto de referirse a él como uno de sus hijos. Fusco se fue ya mayor, con casi quince años, dejando un poso de empatía a su alrededor y una imagen para la historia en el audiovisual gallego.

Ademar Silvoso no volvió a compartir protagonismo detrás de las cámaras con un animal, pero, lo que son las cosas, en su nueva faceta profesional se encuentra a diario con una gallina. Es «A galiña azul», el nombre de la guardería municipal de Vilagarcía en la que empezó a trabajar el pasado septiembre. Es una nueva etapa en su vida que ha servido para darle «estabilidad laboral y mental», algo muy importante, más en estos tiempos de pandemia tan difíciles para el mundo de la farándula. Con todo, no ha cerrado estas puertas, ni mucho menos. En breve se emitirá un anuncio que gravó para una campaña de la Xunta en la que se encargó un poco de todo, del guion, la interpretación y la producción, y avanza que tiene otro proyecto entre manos, del que espera poder dar pronto los detalles.