El décimo vendido en Cambados que fue a la lavadora no tenía premio

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARUXA ALFONSO

El propietario, que jugó diez números, tratará de cobrar una pedrea y un reintegro

29 dic 2020 . Actualizado a las 18:00 h.

Al final no hubo premio. A Manuel Vázquez se le iluminó la cara cuando el día 22 supo que la administración número 1 de Cambados había vendido el 75981, uno de los cuartos premios del sorteo de Navidad. Allí había comprado diez décimos que, por un despiste, le quedaron en el bolsillo de su pantalón y acabaron en el bombo, pero de la lavadora. Como era de esperar, el agua y el detergente los dejaron hechos una birria, pero Manolo los guardó por lo que pudiera pasar, que pasó.

La lotería cayó en Cambados y esa misma mañana se dirigió a la administración para pedir consejo. Según le explicó el lotero, y además amigo, Xoán da Cruz Martínez, había un 50 % de posibilidades que aquel 1 borroso que se dejaba ver en el maltrecho boleto correspondiera al 75981, pero el martes no era el mejor momento para ponerse a desenmarañar aquel amasijo de papeles apelmazados.

Ya con más sosiego y afinando el tacto y la vista comprobaron después que no se trataba del cuarto premio y la esperanza de ganar 20.000 euros se volatilizó. A Manuel le queda el consuelo del reintegro del 7 del Gordo y una pedrea en el 86.569, premios que no será fácil cobrar. Los décimos pasados agua tendrán ahora que enviarse a la delegación de Loterías del Estado en Vigo y de ahí viajarán a Madrid -que será donde se determinen si son válidos o no- previa correspondiente reclamación por escrito. En los años que lleva al frente de la administración heredada de su madre, Marina, Xoán da Cruz ya se encontró con algún que otro boleto de la primitiva sellado con combinaciones ganadoras de menor importe que, pese a estar deteriorados, pudieron cobrarse finalmente. Con lo que nunca se había topado es con un décimo de lotería que, previo centrifugado, pudiese estar entre los premios grandes de Navidad. A la espera de cumplimentar el papeleo, los boletos están en poder de Manolo, que se ha tomado el asunto con filosofía: «A ver se polo menos dá para xogar». Se refiere a los 140 euros que están en el alero y que serían suficientes para sufragar la lotería de Reyes, que también juega cada año a razón de diez décimos por cada terminación, del 0 al 9. «Así sempre che toca algo», añade.

A falta de mejor fortuna, de momento no le queda otra que seguir trabajando en la panadería que tiene en Vilariño y haciendo un reparto que en los últimos días se le ha complicado por culpa de una avería en la furgoneta.

Otros han tenido mejor suerte y quizá con esos 20.000 euros de la lotería puedan renovar su parque móvil, darse algún otro capricho o simplemente tapar esos agujeros que lastran las economías domésticas.

La administración cambadesa vendió doce series del 75981, 120 décimos en total, lo que se traduce en 2,4 millones de euros que, según los cálculos que ha hecho Xoán de la Cruz, se han quedado en su mayor parte en Cambados y alrededores.