O Salnés se queda a medio gas

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

El cierre de la hostelería y las restricciones a la movilidad se dejan notar en las calles. Las piscinas de Cambados y Vilagarcía siguen abiertas, pero con actividades limitadas. Las policías locales reciben un aluvión de llamadas de ciudadanos con dudas

07 nov 2020 . Actualizado a las 21:00 h.

La estampa que este sábado al mediodía presentaba la PO-549 entre Vilagarcía y Cambados no era, ni mucho menos, la que dejó el confinamiento de marzo, pero la entrada en vigor de las nuevas restricciones a la movilidad se hicieron notar. La disminución del tráfico es más evidente en esta carretera -que tiene en su mayor parte carácter de travesía- que en otras como la autovía, la Vía do Salnés o el vial del Puerto, que se utilizan como vías de tránsito, pero la sensación generalizada es que hay menos coches rodando por la comarca.

No hay más que apostarse en el puente de A Illa. El alcalde, Carlos Iglesias, lo hizo esta mañana en O Bao y corroboró lo que se temía. «Non pasa case ninguén». La de A Illa es una situación especial pues, aunque no está entre los concellos sujetos a las restricciones aprobadas esta semana por la Xunta, está rodeado de municipios que sí lo están, de modo que a Vilanova, Vilagarcía y Cambados solo pueden trasladarse con causa justificada o en tránsito a otras localidades como pueden ser Ribadumia o Sanxenxo. Esto ha dejado sin posibilidad de verse a muchas parejas y familiares que viven a ambos lados del puente, aunque solo medien entre ellos dos o tres kilómetros de distancia.

El consuelo que les queda a los isleños es que pueden seguir yendo de cañas al bar y a tomarse un vino acompañado de una buena ración de raxo y de tortilla a alguno de los furanchos que se reparten por el interior de la comarca. No obstante, no parece que se hagan notar demasiado. En el furancho A de Marcos, en Meaño, se lamentan de la caída de la clientela, ya desde el pasado fin de semana, cuando recibieron cancelaciones desde A Coruña, y, aunque siguen abiertos, no parece que la cultura del táper vaya a salvarlos. A otro tipo de negocios quizá sí les ayude a sobrellevar el calvario del covid-19. Este sábado no faltó quien se acercó al bar con la tartera para proveerse de unos suculentos callos. En A Perla (Vilagarcía) los agotaron y tienen una larga lista de reservas para el cocido del martes. En las pizzerías están más acostumbrados a trabajar por encargo y siguen sirviendo las margaritas y las de cuatro estaciones desde la puerta, pero no todos los locales de hostelería están preparados para dar este salto y prefieren dejar la persiana baja. De hecho, en Vilanova y en Cambados fueron una minoría los que abrieron y colgaron el cartel de «servimos comida para llevar». En Vilagarcía abrieron algunos más, aunque para muestra de la situación valga la estampa que dejaba la calle de A Baldosa este mediodía; desierta y sin bares en los que tomarse una cerveza.

Las piscinas siguen abiertas, pero se limitan las actividades

Las piscinas climatizadas municipales de Vilagarcía y Cambados siguen abiertas. Las restricciones solo afectan a la impartición de cursos, pero sí se podrá seguir acudiendo a nadar siempre que se haga por libre. Lo que cambia es la organización de las actividades en sala. Mientras que en el gimnasio de Vilagarcía han decidido mantenerlas, atendiendo a las limitaciones de aforo que ya se venían aplicando, en Cambados optaron por suspenderlas durante el próximo mes, de modo que quienes quieran practicar Pilates, yoga o ejercitarse con hipopresivos deberán esperar nuevas instrucciones. El gimnasio de O Pombal sí se mantiene operativo para usar las máquinas.

El teléfono de la policía no deja de sonar para atender dudas

Las centralitas de las policías locales no dejaron de sonar para atender las dudas que plantean los vecinos respecto al alcance de las restricciones de movilidad: ¿Se puede salir de O Grove para coger el tren en Vilagarcía?, ¿y para trasladarse al aeropuerto de Santiago?; ¿se puede ir de Cambados a Vilagarcía a visitar a los padres ancianos?; ¿puedo salir de A Illa aunque Vilanova esté en el grupo de concellos cerrados?, son algunas de las preguntas que se les plantearon este sábado a los agentes. En lo que respecta al cumplimiento de las normas, hoy no ha sido necesario cursar ninguna denuncia por este motivo. Las policías locales se sumarán a la Guardia Civil a la hora de hacer controles en las carreteras de la comarca.