Los profesores del Asorey se rebelan contra un bachillerato que consideran discriminatorio

Una cosa es que el curso tenga que empezar en los institutos en miércoles que viene, y otra muy distinta que lo haga en condiciones idóneas o, cuanto menos, equivalentes para los centros de toda Galicia. Pese al refuerzo de trece profesores que ha confirmado la Consellería de Educación, el Francisco Asorey de Cambados necesitaría al menos tres docentes más para desdoblar las aulas de bachillerato y evitar, así, que sus alumnos tengan que acogerse a la fórmula semipresencial. Esto supondrá no solo que tengan que ir a clase por la tarde, sino también que tengan que dividirse y rotar para quedarse en casa determinadas horas. Una situación ante la que el profesorado se ha rebelado de forma contundente.

El claustro, reunido el jueves por la tarde, se ha dirigido a la consellería para mostrar su absoluto rechazo a la aplicación de la semipresencialidad al bachillerato, algo que, en su opinión, «crea unha desigualdade profunda entre quen poden cursar as materias de modo presencial e os que non poden facelo». Argumentan los docentes que, de esta forma, no podrán competir en el selectivo en condiciones de igualdad con los estudiantes que sí asistan a clase al completo, ya que no todos los institutos de Galicia tendrán que aplicar este sistema, ni mucho menos.

A este factor, el profesorado suma el hecho de que sus alumnos tendrán que dejar de acudir a conservatorios y de practicar actividades deportivas y culturales, además de ser víctimas de una evidente brecha digital, con familias que no pueden acceder a los equipos y conexiones adecuados. En consecuencia, el claustro exige los refuerzos precisos para impartir las clases de forma presencial, denuncia la falta de diálogo de la consellería y anuncia hará causa común con otros centros en situación similar.

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