Cierra el bar Casarello, en Cambados, tras dar positivo por covid-19 una empleada

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

El local será desinfectado y los trabajadores se harán la prueba

06 sep 2020 . Actualizado a las 14:00 h.

El Casarello, un bar ubicado en la parroquia de Castrelo, en Cambados, cerró sus puertas el pasado sábado por decisión de su gerente, Javier Fernández. Una de sus empleadas había dado positivo por coronavirus y el responsable del negocio decidió «que teníamos que cerrar las puertas y desinfectar todo antes de volver a abrir», cuenta el propio Fernández. Explica que, por fortuna, la enferma evoluciona favorablemente y ve poco probable que haya podido contagiar a algunos de sus compañeros de trabajo, «porque aquí estamos siempre con mascarilla y respetando las normas». Aún así, todo el personal se realizará las pruebas por el privado para confirmar que no han contraído la enfermedad.

«Ella tenía la cabeza abombada y solo le hicieron la PCR porque, al final, presentaba unas décimas de fiebre», explica Fernández sobre la empleada que ha contraído el virus. El sábado a última hora de la tarde le dieron los resultados, que fueron positivos. Y, de forma inmediata, Fernández optó por cerrar el local. «La verdad es que solo pude hablar con el Sergas porque es fin de semana, pero nos dijeron que solo le harían las pruebas a las personas que convivían con ella, así que nosotros nos vamos a someter a las pruebas por el privado», afirma. Su empleada no tiene ni la más remota idea de cómo pudo haberse contagiado, pero en el Sergas le explicaron a este hostelero cambadés que es improbable que fuera en el trabajo. «Aquí siempre tenemos las mascarillas puestas y nos dijeron que para contagiar hay que estar más de quince minutos con una persona y no llevar la mascarilla», explica.

ElCasarello permanecerá cerrado, en principio, hasta el jueves o el viernes, dependiendo de cómo evolucionen los hechos y de los resultados de las pruebas que se va a realizar el personal. Fernández contratará a una empresa especializada en limpiezas para desinfectar todo el local y procederá también a airearlo de forma continua. «Cierro por precaución. La verdad es que estos quince días son muy buenos de trabajo, porque están las vendimias, pero es lo que tenemos que hacer», sostiene.