Las largas listas de espera en la celebración de actos religiosos se desatascan a buen ritmo

Sara Dorado VILAGARCÍA / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

Funerales y comuniones son los oficios más demandados

26 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Como en todos los ámbitos laborales, el confinamiento y la posterior desescalada supusieron un auténtico atasco en el día a día de muchas actividades, entre ellos la eclesiástica. A los varios meses de inactividad se sumó el posterior miedo de acudir a un espacio cerrado como es una iglesia para retomar las tareas pendientes en tema litúrgico, como funerales no celebrados, bodas, bautizos y comuniones. Es por ello que ahora, meses más tarde, los curas apunta que se encuentran un poco saturados como consecuencia de la situación anterior.

«Por supuesto que hay un repunte en los oficios», confirma José Aldao, cura de Cambados, que añade: «Desde mayo, los familiares de los difuntos están pidiendo hacer misas o algún otro tipo de celebración», pero no solo esto, sino que la iglesia del municipio se ve saturada con bautizos y primeras comuniones, que se vieron relegadas de la temporada primaveral hasta el verano. «Tenían que recibir la comunión cincuenta y dos niños y aunque no la hicieron todos, sí la mayoría», explica José Aldao.

Esta circunstancia no se repitió en Meis, donde el párroco decidió que, puestos a velar por el cumplimiento de las normas de higiene y seguridad, era mejor no arriesgarse y dejar las comuniones para el año que viene. De todas formas, apunta que ha notado un repunte significativo de celebración de otros oficios, como funerales. Eso sí, asegura que «las costumbres han cambiado» y ahora la mayor parte de la familia que acude al entierro espera fuera de la iglesia, «para evitar aglomeraciones».

Un repunte normal

Y es que, como apunta Paulino Sánchez, cura de Valga, «el repunte de la asistencia a actos litúrgicos es normal. El elemento espiritual forma parte de las personas. Los creyentes sienten la necesidad de compartir los estímulos religiosos con motivación renovada», explica.

Este repunte en la celebración de la actividad pastoral también se está dando en la turística parroquia de San Vicente, en O Grove, donde el cura, Juan Ventura, asegura que son muchos los turistas que deciden celebrar los oficios pendientes estando de vacaciones: «La gente que tiene aquí las segundas residencias están aprovechando que se junta toda la familia para llevar a cabo actos pendientes como funerales», explica.

Todos los sacerdotes recalcan que las medidas de seguridad e higiene se han convertido en su nuevo credo y que se respetan al máximo en todas las iglesias para evitar males mayores.