22 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.
María Casas es la propietaria de uno de los puestos que se especializa en mariscos, concretamente, en el mejillón. Prepara platos muy diferentes, pero todos con este molusco como base. «Todos los que vendemos son gallegos, comprados en la plaza: de Sálvora, de Cambados y Marín. ¡Kilómetro súper cero!».
Ella asegura que al mejillón lo que peor le sienta es el movimiento, que le hace perder agua, y por tanto sabor, y tamaño. «Por eso el mejor sitio para comerlo es aquí, justo encima de la plaza». Muestra un plato con mejillones de excelentes proporciones. «Muchos turistas se sorprenden del tamaño. Cuando les llegan a sus ciudades ya es mucho más pequeño».