La cambadesa Rocío Acha recoge en un libro un recorrido por la cultura del vino, desde los orígenes del hombre hasta nuestros días. La obra se presenta este sábado
23 feb 2020 . Actualizado a las 21:47 h.Rocío Acha Barral presenta el sábado (17.30 horas en el parador de Cambados) «Los museos y la cultura del ocio. Los museos del vino en España». La cambadesa sabe de lo que habla, por formación y porque en el 2001 puso en marcha el Museo do Viño de Cambados, donde trabaja desde entonces. Ahora da el salto al mundo editorial de la mano de la Universidad de Educación a Distancia (UNED), cuyos representantes no faltarán en el acto de este sábado, junto al presidente de los Museos del Vino en España. El libro cuesta 30 euros y se puede adquirir a través de Internet y en librerías especializadas.
-¿Qué va a encontrar el lector?
-Es un libro muy completo que abarca varios capítulos; en el primero se hace un recorrido histórico por toda la cultura del vino, desde los orígenes más remotos, en la era Cenozoica -cuando todavía no había aparecido el hombre- hasta el presente. También se hace un recorrido por la arquitectura de los museos, una introducción desde el siglo XVI hasta la actualidad, hasta llegar a los museos del vino y tratar el caso español. Se habla de enoturismo, de los paisajes del vino y hay un último capítulo en el que se hace balance de la historia sobre la evolución de este sector en todo el territorio nacional, no solo de museos, también de centros de interpretación y de bodegas.
-¿Cómo nace este libro?
-Es fruto de una investigación que ha llevado muchos años, a raíz de mi tesis doctoral, y la colaboración con la UNED. El de los museos del vino no era un sector que estuviese aún posicionado dentro de la museología a nivel nacional. Con este libro se hace una investigación profunda y se pone en valor toda la cultura del vino, desde el punto de vista artístico, histórico, literario... todo.
-¿Cómo está la salud de los museos del vino en España, que nota les pone?
-De salud estamos bien, sobre todo la iniciativa privada es la que mejor respira, es la que está tirando del carro; la pública está un poco más apagada, languideciendo, porque hubo muchos recortes. Habría que apelar a la sensibilidad para valorar este tipo de patrimonio cultural, que es muy rico y tiene un abanico muy amplio de posibilidades. No son solo museos etnográficos, son museos de bellas artes. Hay mucha riqueza. En Galicia abrieron en este verano los museos del vino de Ribadavia y de la ciencia del vino de Salvaterra, y en Galicia teníamos -además del Museo do Viño de Cambados- el centro de interpretación de Monforte. Fuera de Galicia, en las islas, hay un patrimonio magnífico, aunque sea un poco desconocido. Yo le doy un aprobado alto.
-Habla de un patrimonio poco conocido, ¿por qué?, ¿puede tener la gente la impresión de que se trata de espacios muy especializados?
-Quizá haya gente que los pueden encasillar, pero no es así. Es un patrimonio para todos los públicos, para niños y mayores, para gente que no tiene conocimientos y gente especializada. Insisto, y el libro lo refleja, sobre la riqueza que puede aportar la cultura del vino y como va unido a cada período histórico de la civilización humana.
-¿Puede el vino actuar como un hilo conductor para conocer nuestra propia historia?
-Exactamente, desde antes de los orígenes del hombre hasta nuestros días.