El refugio de animales cambadés celebra sus veinte años de vida

b. c. CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

El cumpleaños fue en abril, pero es mañana el día elegido para celebrarlo

03 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El cumpleaños fue en abril, pero es mañana el día elegido para celebrarlo. El refugio de animales de Cambados convoca a todos aquellos que se sientan identificados con su labor a la proyección de un vídeo conmemorativo en Exposalnés (19 horas), un acto que pretende ser, también, un homenaje a aquellos que colaboraron con la asociación a lo largo de dos décadas. Ahí estará la Fundación Érguete -con la que desarrolla un programa educativo en la cárcel de A Lama- y los voluntarios, que tan pronto están disponibles para pasear a los perros, limpiar las jaulas o vender dulces en los mercadillos solidarios. Pero si hay un rostro que representa la lucha por los animales en estos veinte años ese es el de Olga Costa, que se muestra orgullosa de haber situado al refugio cambadés como un referente a nivel nacional. «A Cambados se le conoce incluso en Europa». Se refiere a la colaboración que mantiene con Alemania, donde llevan años adoptando esos perros que aquí nadie quiere. Precisamente ayer llegaban nuevas familias de aquel país para recoger a cuatro peludos del refugio, uno de ellos recién operado de un ojo.

Todo nació con una modesta protectora de animales y el proyecto ha ido creciendo hasta conseguir unas instalaciones propias en Corvillón y tener su propia clínica, al lado de O Pombal. Se financia con los 1.700 euros al mes que le proporciona el Concello y las ayudas de socios y empresas, pero siempre es poco. El refugio da cobijo actualmente a sesenta perros, treinta gatos (la mitad en régimen de acogida en las casas) y a dos caballos, a los que se les está construyendo una cuadra en Oubiña.

Educación y terapias

Su razón de ser es atender a los animales abandonados, pero también hace una labor de educación y concienciación en los colegios y lleva a cabo sesiones de terapia con niños con discapacidad y con personas mayores. Es de lo más agradecido, según relata Olga Costa, que fue la primera en apostar por la terapia con perros del refugio gracias al vínculo que mantuvo con

Rocky,

un cruce de Fox terrier con el que demostró que los mestizos también son aptos para este fin.

A la hora de echar la vista atrás, reconoce que hubo momentos difíciles, como aquel día que le quemaron el coche y esas jornadas maratonianas en las que había que llevar un perro a operarse a Lugo y llegaba a casa exhausta. Pero prefiere quedarse con lo positivo, y lo mejor ha sido poder ayudar a miles de animales, «que he conocido a personas maravillosas y que aprendí a darle valor de la vida». El hecho de que, tras una de sus charlas en el colegio, una niña convenciese a su padre para que esterilizase a su gata antes de sacrificar a los cachorros es su mejor premio.