Un armador de Cambados enrola al mariñeiro africano que durmió tres noches en Tragove

lucía l. seijas / s. g. CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

El ciudadano de Gambia permanecía en el muelle de Cambados sin encontrar trabajo

23 jul 2019 . Actualizado a las 21:39 h.

Algunas veces, las historias tienen finales felices. Este es el caso de Lamin Jobe, un ciudadano de Gambia que, tras luchar contra viento y marea, ha conseguido su objetivo y trabajará hasta final de campaña en el barco de cerco Tres Ángeles, de Cambados.

La historia de Lamin salía a la luz la pasada semana. El africano abandonaba entonces el barco en el que estaba enrolado, afirmando que el patrón y el armador no habían cumplido con las condiciones del contrato y, además, retenían la documentación que le permitiría embarcar en otro pesquero. Por ese motivo, estuvo tres días durmiendo al raso en el puerto de Tragove hasta que el marinero Salvador Ribadomar le prestó su ayuda, dándole casa y comida y acompañándolo a la Guardia Civil de Cambados y a la Capitanía Marítima de Vilagarcía para aclarar lo sucedido y tramitar la denuncia pertinente.

La documentación llegó la semana pasada de manos de su exjefe, que niega haber retenido dichos papeles y afirma que los trámites pudieron verse afectados por la coincidencia con el fin de semana, pero que la baja ya había sido gestionada anteriormente en Capitanía Marítima. Asimismo, declaró que el ciudadano africano abandonó la embarcación por voluntad propia.

Hoy, Lamin Jobe puede decir que ha comenzado un nuevo capítulo en su historia. Tras varios días deambulando por el puerto cambadés de Tragove, buscando una embarcación en la que retomar su trabajo, por fin ha conseguido su objetivo. Con la ayuda de Salvador Ribadomar ha logrado encontrar una embarcación en la que poder enrolarse y seguir su camino. El lunes, Lamin firmaba su contrato con el cerquero cambadés Tres Ángeles, propiedad de José Padín, hasta el final de la campaña. La embarcación, dedicada a la pesca del cerco, permanecerá faenando hasta finales de septiembre.

Con este gran paso, Lamin, que lleva trece años viviendo en España, puede continuar su camino y está cada vez más cerca de cumplir su sueño: asentarse definitivamente en Galicia.