Los dos equipos juegan hoy en O Pombal un duelo decisivo para la permanencia
04 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La competición ha querido que el segundo de los dos derbis entre equipos arousanos en la historia de la Superdivisión sea también el último por tiempo indefinido. El Cambados T.M.-Vilagarcía T.M. de esta tarde en el Pabellón Municipal de O Pombal (18 horas) es un partido de tintes dramáticos. Porque de lo que hoy suceda en la penúltima jornada de Liga dependerá en buena medida que la máxima categoría del tenis de mesa español pierda a uno o a sus dos equipos de O Salnés. Una comarca que hasta hace dos temporadas carecía en sus anales de rastro alguno de participación arousana, multiplicada por dos con el ascenso del conjunto de la villa del albariño en la primavera del 2018.
Antepenúltimo con 11 puntos tras su sorprendente y brillante triunfo en Irún (1-4), el Cambados T.M. era hasta el choque de esta tarde el mejor colocado de los tres conjuntos gallegos de los que saldrán los dos descendidos. El tercero en discordia, el Visit Pontevedra (Monteporreiro), es colista con los mismos 9 puntos que el Vilagarcía T.M., con un partido dificilísimo esta semana en la cancha del Borges Grup Vall, tercer clasificado.
Tal es la dimensión de lo que hoy está en juego, que los responsables técnicos de ambos equipos han optado por un inusual juego del despiste al ser interrogados sobre la identidad de los tres jugadores por los que apostarán en el derbi. Tanto Ñajo Padín, por el bando local, como Antonio Castro, por el visitante, señalaron en la víspera que sus cuatro hombres de plantilla estaban en disposición de ser alineados.
Con Qiu Liang, jugador franquicia del Cambados T.M., seguro en la convocatoria, habrá que ver de quién lo rodea Padín de entre la terna formada por Javier Soria, José Manuel Ruíz y su hijo y canterano del club, Fernando.
Por su parte, resulta difícil de creer que Antonio Castro prescinda de ninguno de sus dos hombres fuertes, el belga Jeam Lauric y el checo Michal Obeslo, quedando la duda de si será el cubano Renier Cabezas o el ucraniano Sergei Nigeruk el que los acompañe. Sea quien sea, Ñajo Padín aguarda «un partido largo, e igualado».
Con Liang «acabando muy bien la temporada», y después del «partidazo de Soria» en Irún, el técnico cambadés declara que «no le tengo miedo ninguno a Vilagarcía». Es más, considera que si el Cambados comienza por delante en el marcador, el factor presión le puede dar un plus decisivo, toda vez que «ellos están obligados a ganar».
Una opinión que comparte Antonio Castro. Con 3-3 en el partido de la primera vuelta, y sobre todo, con solo una jornada más por delante, el técnico del Vilagarcía T.M. apunta lo obvio: «Si perdemos, bajamos». Es más, es de la opinión de que «a ellos con el empate prácticamente les vale, y nosotros, para mantener la categoría, necesitamos ganar los dos partidos que nos quedan». Este, y el que los medirá en casa con el Irún el próximo sábado.