Del huerto a la emisora sin salir del colegio

Bea Costa
bea Costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

Son los propios alumnos quienes vacían las papeleras a diario y se preocupan por llenar los composteros

06 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada vez son más los centros educativos que desarrollan fórmulas basadas en proyectos que permiten al alumnado aprender de forma práctica e interactuando con sus compañeros y el medio que les rodea. El colegio Enrique Barreiro de Vilariño es un buen ejemplo de ello, y han sabido reconocérselo. Este centro acaba de ganar el Concurso Nacional de Buenas Prácticas que convoca el Ministerio de Educación, en la modalidad de gestión medioambiental y sostenibilidad con el proyecto «Cuidamos de lo nuestro para cuidar de todas y de todos». O Salnés hizo doblete en este certamen porque el CEIP de Rubiáns (Vilagarcía) ganó en la modalidad de salud integral con el proyecto «Ponte las pilas y muévete». En ambos casos percibirán diez mil euros de premio.

Este dinero será de gran ayuda para comprar más de esas papeleras azules, verdes y amarillas que se han distribuido en las clases para poner en práctica la cultura de la triple erre: reducir, reutilizar y reciclar. Papeleras que los propios alumnos vacían a diario mediante las llamadas patrullas de reciclaje. Y cada día, también son ellos quienes se encargan de llevar a los composteros la comida que sobra del comedor, que ya no puede tener otra utilidad que la de convertirse en compost con el que abonar la tierra del huerto que han preparado en el patio.

Un ejemplo en casa

La idea es conseguir un colegio sostenible, de manera que recicle todo lo que produce. Un proyecto que no solo les proporciona conocimiento. Además, ayuda a los niños a tomar conciencia de la importancia de cuidar el medio ambiente, hasta el punto de que son ellos quienes espolean a los adultos de casa para que se acostumbren a llevar los envases al contenedor amarillo y el papel, al azul. Y los chavales, encantados. No hay más que ver el entusiasmo que muestran Sheila, Laura, Aitana, Uxía y Ángela cuando preguntamos por el tema. La clase de cuarto es generosa. Corean que el mérito es de la profe Cruz Alfonso, que es el alma máter de estas iniciativas y quien lidió con todo el papeleo para presentarse al concurso nacional. «No, el premio es de todos», puntualiza la docente.

Con este espíritu, el del trabajo en común, nació también la radio escolar, que ayer convirtió en noticia al Enrique Barreiro por partida doble.

El de Vilariño es uno de los tres centros educativos del municipio, junto al colegio de Castrelo y al instituto Asorey, que participa en el proyecto auspiciado por el Concello de Cambados para poner en marcha una radio y una televisión escolar por Internet.

El primer paso fue formar a los profesores en cuestiones técnicas y de metodología para que ellos, a su vez, enseñen a los alumnos a desenvolverse ante los micrófonos y con la cámara. En Vilariño ya se han estrenado y, visto lo visto ayer, lo hacen con soltura. Carolina, Simón, Sara, Noa, Mario y Ainoa formaron equipo para hacer la entrevista del día. Visitaba el colegio el concejal de Cultura y Educación, Víctor Caamaño, y no desaprovecharon la ocasión para preguntarle cuándo se va a renovar la instalación eléctrica del centro y por sus planes de futuro.

La magia de las ondas

«

Estou en política por un compromiso persoal con determinadas ideas

», dijo el edil, aunque en el futuro le gustaría seguir fiel a su vocación y volver a la docencia. Caamaño no pudo más que felicitar al centro por sumarse a esta iniciativa que, en su opinión, ejemplifica el modelo a seguir frente a la didáctica basada de la memorización, «que parece do século XIX».

Con esta entrevista, son ocho ya los programas que se han gravado en la emisora escolar en tan solo un mes, en los cuales participan todos los niveles educativos y se trabajan diferentes materias de forma transversal.

La coordinadora de la biblioteca escolar, Bea Otero, reconoce que tenía sus dudas sobre la respuesta de los chicos ante un medio tan tradicional como la radio, habida cuenta del imperio de la imagen en los sistemas de comunicación actuales y de que ya habían trabajado anteriormente con vídeo. Pero la respuesta fue más que buena. «A maxia da radio existe», señaló.