El coste de la obra de la piscina de Cambados se dispara otros cien mil euros

Bea Costa
Bea Costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

El sistema eléctrico está en mal estado y el Concello debe recurrir a fondos provinciales para repararlo. La previsión es que las instalaciones de O Pombal puedan reabrir a finalesde marzo

17 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En la obra de la piscina municipal de Cambados siguen surgiendo imprevistos. Cuanto más se trabaja sobre el terreno, más problemas aparecen, ahora con el sistema eléctrico. La instalación está en pésimas condiciones, tanto que hay que renovarla por completo, lo que supondrá un gasto de cien mil euros. Esta cantidad será asumida por el Ayuntamiento con cargo del Plan Concellos de la Diputación de Pontevedra del 2019, según informó ayer el concejal de Deportes, Víctor Caamaño, de regreso de la reunión de la comisión de seguimiento de la obra de la piscina celebrada en Pontevedra.

Caamaño confía en que este imprevisto no implique una nueva demora en la fecha de apertura de la piscina, que se prevé para finales de marzo.

Los cien mil euros que costará la renovación de la instalación eléctrica eleva a millón y medio el presupuesto de la reforma de la piscina.

A los 902.000 euros que cuesta la construcción de una nueva cubierta y su sistema de climatización hay que sumar otro medio millón para renovar los vestuarios que, una vez empezaron las obras, se comprobó que tenían graves deficiencias por las malas condiciones del firme sobre el que se construyeron. Ahora surgen problemas con la electricidad y, aprovechando la coyuntura, se va a renovar también la sauna de la zona de SPA.

La obra inicial, consistente en la retirada de la antigua bóveda y su sustitución por una estructura fija, está prácticamente concluida. De hecho, de no haberse detectado los problemas en los vestuarios, la piscina podría abrir en diciembre, según informa Caamaño.

El concejal nacionalista coincide con el mensaje lanzado desde la Diputación respecto a que el proyecto de la piscina, redactado en la etapa en la que Rafael Louzán dirigía el organismo provincial, es una «chapuza», lo cual obligó a realizar sucesivas modificaciones, con el consabido incremento presupuestario.