El árbol que cayó sobre A Calzada

SERXIO GONZÁLEZ / bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

Mónica Irago

El desplome de un chopo podrido enciende las señales de alarma en Cambados

28 sep 2018 . Actualizado a las 22:19 h.

Las únicas pérdidas que hubo que lamentar ayer en Cambados fueron las de los dos árboles que se vinieron abajo en pleno paseo de A Calzada, uno de los puntos neurálgicos de la villa del albariño. Lo cierto es que hubo suerte, porque pudo ocurrido una tragedia. Pero así son las cosas. Aunque se trata de un lugar enormemente transitado, por fortuna no se produjo un solo daño más allá del que sufrieron ambos ejemplares. Eran las cuatro de la tarde cuando un chopo de buen tamaño se desplomó sobre la vía pública. En su caída arrastró a un espécimen menor, un arce que tampoco sobrevivió.

El primer teniente de alcalde de Cambados, Víctor Caamaño, acompañó a los servicios técnicos municipales, que inmediatamente acudieron a A Calzada para comprobar qué había ocurrido. De acuerdo con una primera inspección, el tronco del chopo se hallaba hueco y tomado por toda una serie de hongos, lo que indica que su salud era nefasta. «Estamos moi preocupados, porque non se trata da primeira vez que sucede algo así», reconocía minutos después el concejal nacionalista, quien recuerda otros ejemplares caídos recientemente en San Tomé o en las inmediaciones de la iglesia parroquial.

El Concello actuará en consecuencia y, anunció Caamaño, se pondrá en contacto con la estación fitopatológica Do Areeiro para que sus técnicos evalúen la salud de la masa forestal que crece en los espacios públicos del municipio cambadés.

La presencia de hongos es un indicio de que el chopo de A Calzada padecía una enfermedad seria. No es la primera vez que este tipo de infecciones causan problemas en parques y paseos de la comarca. Hace cinco años, los técnicos de Do Areeiro detectaron la presencia de Amillaria mellea y Fhytophthora sp en árboles del parque del balneario de A Compostela, en Vilagarcía. Ambos hongos habían deteriorado los ejemplares a los que habían colonizado hasta el punto de provocar la caída de varias de sus ramas y la muerte de alguno de los especímenes más viejos.

El parque del balneario fue inaugurado en 1931, y en él crecen especies de gran porte. En el caso de lo ocurrido ayer en A Calzada, el chopo podrido tenía una edad superior a los cuarenta años. Según la estación fitopatológica, a los ejemplares más antiguos prácticamente les basta con el agua de la lluvia para sobrevivir, pero también son especialmente sensibles a los excesos de humedad y a la proliferación de hongos. De ahí la conveniencia de una inspección a fondo como la que Víctor Caamaño pone sobre la mesa. A veces, un simple clareo es suficiente para mejorar la salud de los árboles, facilitando la circulación del aire en sus copas. Dos años después, los problemas se repitieron en el parque de A Xunqueira, también en Vilagarcía. El gobierno local, que entonces comandaba el Partido Popular, requirió un informe de la estación que gestiona la Diputación de Pontevedra. Con sus resultados en la mano, procedió a la tala de toda una serie de ejemplares. Aquello no evitó la polémica, pero al menos documentó la actuación.

Lo importante, en definitiva, será comprobar si en Cambados existe un problema así. Pero, sobre todo, la ausencia de daños.