El centro invita a los vecinos a acercarse a la música mediante sus conciertos y audiciones
20 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Aprender y disfrutar de la música es mucho más que leer partituras y pasar un examen. En los centros de formación musical municipales de Cambados -escuela y conservatorio de grado elemental- afrontan el nuevo curso con una agenda cargada de actividades con las que se pretende enriquecer la formación del alumnado y, de paso, acercar la música los vecinos. «O pasado ano tivemos cheo en moitas audicións, a de piano foi un éxito, pero aínda hai moita xente en Cambados que descoñece o traballo que facemos aquí. Queremos un conservatorio dinámico, de calidade e familiar», según explica el director de la escuela, Daniel Figueira Bello. Y para que cada vez sean más quienes cruzan el umbral del auditorio de A Xuventude, raro será el mes en que no haya actuaciones abiertas al público.
Además de las audiciones que se organizan al final de cada trimestre para que los alumnos demuestren su evolución a la hora de tocar un instrumento, se programarán varios conciertos; los habituales al inicio y al final de curso con la Banda de Castrelo, el festival de bandas juveniles y actuaciones de las bandas infantil y juvenil de la escuela, que este año viajarán fuera de la comarca. Repetirán los conciertos didácticos dirigidos a los escolares, a los que el pasado curso acudieron unos setecientos niños de los colegios del municipio.
Una de las actividades ya consolidadas son las semanas temáticas, que se organizan a propósito de fiestas y fechas señaladas como son las Navidades, carnavales, el Samaín, el Día de la paz o el Día de la mujer. A los villancicos y a las bandas sonoras de cine se sumarán este año otros ritmos menos habituales en estos los foros académicos. Los alumnos descubrirán los pasodobles y las marchas de procesión, porque es bueno diversificar y abrir nuevos horizontes, según explica el director. Y con este espíritu también se organizarán unas jornadas divulgativas sobre la figura de las compositoras gallegas, que las hay.
190 alumnos, nuevas materias y dirección
La clases arrancan hoy con 190 alumnos -una matrícula ligeramente superior a la del año pasado- y con lista de espera. Este año se han ampliado las materias con conjuntos de viento madera y de viento metal, un combo de percusión, un ensemble de guitarras y una orquesta de cuerda. Esta oferta se suma a la formación clásica y habitual de música en movimiento, lenguaje musical, educación auditiva y vocal. Dentro de las especialidades figuran el oboe -que es novedad-, la flauta travesera, el clarinete, el fagot, el saxofón, la trompa, la trompeta, el trombón, el bombardino/tuba, la percusión, el violín, el violoncelo, el piano, la guitarra, la guitarra eléctrica y el acordeón.
A mayores, el conservatorio tiene sus propias bandas infantil y juvenil y un coro.
Este curso que empieza se amplía, además, el número de profesores, con un total de dieciocho, y hay cambios en el equipo directivo, con Daniel Figueira Bello al frente. Antía García Diz es la jefa de estudios y Modesta Padín Domínguez repite como secretaria. El servicio sigue bajo la gestión de la empresa Artarousa.
El director, que acumula una larga trayectoria en el centro de formación musical en calidad de profesor, se muestra muy orgulloso del nivel académico alcanzado en Cambados, y pone ejemplos.
Los ocho alumnos de cuarto de grado elemental que se presentaron el pasado curso a las pruebas de acceso en conservatorios profesionales lograron plaza. «Estamos moi orgullosos». Y cada vez son más los alumnos que pasan a engrosar las filas de la Banda de Castrelo. En los últimos dos años lo hicieron una decena de chicos. Figueira insiste en que Cambados no solo tiene una gran tradición musical -la banda de Castrelo supera el siglo de historia-, también tiene un gran presente y un prometedor futuro, y la escuela y el conservatorio son la mejor plataforma para alimentarlo.