«Las torres defensivas de la costa son un filón turístico»

Bea Costa
bea Costa VILAGARCÍA / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

«Hay productos sencillos de visibilizar que serían una fuente de riqueza, y no se hace», dice la experta

09 sep 2018 . Actualizado a las 09:35 h.

El propio conselleiro de Cultura tomó nota de su tesis. Trabajos como el de Ana Mesía ayudan a arrojar luz sobre una mejor gestión de los recursos culturales que hay en Galicia y a divulgar un patrimonio que todavía sigue siendo desconocido para el gran público. La torre de San Sadurniño, en Cambados, es mucho más que una piedra sobre otra, es una ventana para descubrir las historias de los vikingos que subían río arriba para expoliar la tumba del apóstol. Y eso, pocas veces se da a conocer sobre el terreno.

-¿Cómo surge la idea de esta tesis?

-Todo empezó con un trabajo de fin de máster sobre turismo. Me interesaba el patrimonio cultural y decidimos, con el profesor que me dirigió, estudiar la potencialidad turística de Combarro. Fue entonces cuando encontré una teoría de un investigador norteamericano, Gunn, que establecía un modelo para planificar guías turísticas, y lo apliqué a ciudades pequeñas. En Combarro vi que funcionaba, el fin de máster fue bien y, a partir de ahí, seguí por el mismo camino.

-¿En que municipios se centró?

-Baiona-Tui, Combarro y Cambados. Elegí ciudades que tuvieron Bien de Interés Cultural en la categoría de conjunto histórico, de tamaño medio, porque no están todo lo reconocidas que deberían.

-¿Cuál es ese modelo a seguir?, ¿se está aplicando en Galicia actualmente?

-No sé si se está aplicando o no. Lo que yo creo es que el turismo en Galicia está promocionado, pero no planificado. Se trata de atraer turismo, y punto, sin pensarlo mucho. En las webs de los concellos se informa de qué ver y se pone un listado de monumentos, pero, si vas uno a uno, te encuentras con iglesias que no están abiertas o no son accesibles…. Si estás promocionando algo que no se puede visitar, el turista va a desilusionarse. El modelo de Gunn tiene cuatro elementos que se basan en cómo accede el turista a los monumentos: si están en condiciones se ser visitados, cuáles tienen interés turístico…, y habla de crear un área complementaria, para que el turista no se quede solo en el castillo o la iglesia de turno y visite toda la zona. Se trata de evitar que el turista que va a Cambados visite solo Fefiñáns.

-¿En su tesis hace hincapié en las torres defensivas que hay en Cambados y en otros puntos de la ría y río arriba. ¿Están estos recursos bien explotados desde el punto de vista turístico?

-Creo que no. En el caso de la de San Sadurniño, por ejemplo, vinculándola a las otra torres (A Lanzada, Cálago y Catoira) y hablando más de ellas podría obtener más visibilidad, igual que el molino de las mareas, que estuvo funcionando unos años y hacían incluso repostería, y dejaron de hacerlo. O te encuentras cosas terribles como ponerle un cementerio o un tanatorio al lado de las ruinas de Santa Mariña Dozo. Hay productos turísticos sencillos de visibilizar que serían una fuente de riqueza, y no siempre se hace.

-¿Están infrautilizados los recursos turísticos relacionados con el patrimonio cultural?

-En general sí, en toda Galicia.

-¿Por qué?

-No hay personal especializado en turismo e historia del arte en los ayuntamientos que se ocupen de estas cosas, habría que contratar a personal especializado. El turismo es ocio para el que va, pero negocio para el que lo recibe.

-¿El turismo podría dejar más dinero en Galicia?

-Creo que sí. En Galicia valoramos poco lo que tenemos. En otros sitios sí que están mucho más señalizados los monumentos. En España el caso más claro es el de Mérida, y fuera de España, mucho más.

-En la comarca de O Salnés se está haciendo una apuesta por el turismo cultural, ¿de qué depende el éxito, de una cuestión presupuestaria, de capacidad de gestión...?

-Más que presupuesto, que también, tiene que haber voluntad y diseño. Por ejemplo, en Vilanova descubrí el pazo de Rúa Nova, vinculado a la familia de Valle Inclán, que se cae.

-En su trabajo hace hincapié en las torres defensivas que hay en la costa. Entiendo que tampoco se les está sacando todo el rendimiento turístico posible...

-No, y a nivel turístico son un filón, esas cosas gustan, igual que los castillos y las representaciones históricas.

-En Catoira tenemos la recreación de la Romaría Vikinga, ¿ve le la posibilidad de hacer alguna otra recreación en las torres? Antiguamente se encendían hogueras como señal de alerta, ¿qué opina de esta idea?

-Fuego no sé si se podría hacer, pero sí algo con focos o por un sistema similar. Insisto, esas cosas gustan.

Desde A Lanzada a Padrón, una fortaleza en piedra para vigilar a los vikingos

A la hora de abordar su tesis y poner el foco sobre Cambados, Ana Mesía se encontró con la torre de San Sadurniño, y, con ella, con las demás torres defensivas que jalonan la costa. La ría de Arousa y el curso bajo del Ulla concentra, junto con la cuenca del Miño en la frontera con Portugal, el mayor número de construcciones de este tipo en Galicia.

Santiago de Compostela era un objetivo prioritario de los vikingos y la Iglesia levantó una fortaleza con puntos de vigilancia en A Lanzada, Cambados, Vilanova, A Illa , Bamio, Catoira y Padrón con el fin de alertar de la llegada de los invasores.

De la de A Illa y Bamio no quedan vestigios, pero los escritos del Padre Sarmiento y otras evidencias históricas indican que existieron. De las demás sí se conservan restos físicos que dan fe de este momento histórico. Corría el siglo X y funcionaban por un sistema de alertas mediante el encendido de hogueras, que servían para advertir de la presencia de barcos enemigos en cuanto enfilaban la ría. Ana Mesía se topó con grandes sorpresas en su investigación, como el Pleito de Tabera Fonseca de 1525, que le permitió descubrir que en Padrón hubo otras torres, además de la famosa Rocha Forte, o que los arzobispos de la época no estaban bien avenidos.

Más allá de la historia jacobea, estas torres son la mejor guía para reconstruir la historia antigua de la ría. Las excavaciones realizadas en A Lanzada, San Sadurniño y Cálago demuestran que hubo asentamientos humanos que se retrotraen, en algunos casos, a la Edad de Hierro.

Excavaciones

El Concello de Vilanova y la Consellería de Educación e Cultura se han propuesto desenterrar este pasado más remoto mediante unas excavaciones arqueológicas donde se erige la torre de Cálago, que arrancan su segunda fase a mediados de mes, con un doble objetivo: el cultural y el turístico. Porque en Vilanova tienen claro, como lo tiene Ana Mesías, que su historia también puede convertirse en un recurso turístico a tener muy en cuenta.