Emérita Méndez: una artista atrapada por la imagen

Bea Costa
Bea Costa CAMBADOS

CAMBADOS

MONICA IRAGO

La pintora traslada a las paredes de la sala Torrado su particular manera de interpretar la realidad cambiante

01 jul 2018 . Actualizado a las 18:36 h.

Hasta el 15 de julio • Horario de tarde • Pazo de Torrado (Cambados) • Entrada libre • Emérita Méndez prefiere no hablar de sí misma, incluso le cuesta hacerlo de su obra porque huye de los encasillamientos. Le gusta el surrealismo, pero se siente más identificada con el simbolismo. «Mi pintura es aparentemente naturalista, pero es una pintura reinterpretada. Utilizo elementos figurativos, pero no es una figuración real», explica.

Lo mejor para entender su obra es, sin duda, visitar la exposición «Puntos de fuga», en la que esta cambadesa nacida en Lugo deja al descubierto sus enigmas.

«Me atrapa lo real, las imágenes, pero yo las traslado a una plasticidad diferente, por eso trabajo con tanta variedad, porque tengo que adaptarme al medio». Y en ese intento de mimetizarse con lo que la rodea encuentra múltiples aliados: el dibujo, el óleo, el acrílico, el grabado...

Sus obras ilustran revistas, visten paredes y pueblan ese estudio tan personal que ha creado en la antigua panadería Anita, en la calle Hospital de Cambados, adonde de niña iba a comprar las barras para hacer los bocadillos y hoy deja escapar su imaginación entre lienzos y pinceles. Es su refugio. Donde encuentra la paz y la inspiración que después plasmará en negros, grises, rojos y toda la paletas de colores imaginable.

Se mueve como pez en el agua en los formatos pequeños, pero no se pone límites. Tan pronto atiende un encargo para ilustrar una novela de terror, como reinterpreta a la reina Isabel II a partir de un suvenir «kitsch» traído de Londres. Su próximo proyecto será pintar un ajado cojín que encontró por casualidad y que, como ella dice, la ha atrapado de tal manera que ya lo imagina en cuadro.

¿Su meta? Seguir experimentando, aprendiendo y alcanzar «la satisfacción personal», señala esta mujer de verbo trepidante y sonrisa a flor de piel. Tiene motivos para estar satisfecha.