La Fundación Galega contra o Narcotráfico celebró en Vilanova los actos anuales de Panos Brancos
27 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Una bandada de globos blancos se alzó ayer sobre el cielo de Vilanova. «Algúns chegarán a Vilagarcía, a Cambados, á Illa... Levan unha mensaxe, e iso é o importante», decía Manuel Couceiro Cachaldora, el presidente de al Fundación Galega contra o Narcotráfico. Esta entidad había sacado una vez más a la calle su Panos Brancos para lanzar un mensaje rotundo y claro: no a las drogas y no, también, a los narcotraficantes y a todo lo que representan. Así resumía ayer al vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el objetivo del evento celebrado a las puertas del Concello de Vilanova. Un acto con el que se pretendía simbolizar y hacer visible, por un día, el trabajo incansable que desde la fundación se ejecuta durante los 365 que forman el año.
Manuel Cachaldora explicaba por qué se había elegido Vilanova. Este lugar, como tantos otros de la ría, se han reencontrado este año con su pasado en la pantalla de la televisión. Y la fundación ha querido demostrar que «alí onde hai tebras, onde hai narcotráfico, tamén hai xente boa, unidades terapéuticas, e persoas honradas que rexeitamos todos os días este mundo do narcotraficante. Queremos que Vilanova se coñeza pola súa xente boa», explicó.
Una localidad nueva
Sobre todo, la nueva Vilanova. Porque, según sentenció el alcalde Gonzalo Durán (PP), la localidad tiene un pasado gris. «Se acabó el tiempo en el que los narcos campaban por el pueblo a sus anchas. Ahora los que mandan son los vecinos». «Vilanova es uno de los pueblos gallegos que tienen menos trapicheo. Fue una batalla dura, hubo hasta que cerrar bares, pero ahora podemos decir que en Vilanova los niños corren y se crían en paz, en libertad y en salud», sentenció el regidor.